La Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) reprimieron por segunda ocasión a un grupo de migrantes en el estado de Chiapas, exhibiendo con hechos que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no sólo no cumplió con sus promesas de campaña de abordar el fenómeno migratorio con respeto a los derechos humanos y dando opciones de trabajo a los que se ven obligados a abandonar sus pueblos, sino todo lo contrario.