Cancún, Quintana Roo. - Ante el incremento de la población, la falta de trabajo para todos, los bajos salarios, el desigual reparto de la riqueza, así como los deficientes servicios públicos que prestan los actuales gobiernos, se suma la falta de seguridad social e insuficientes condiciones de servicios de salud para la población marginada de las zonas urbanas del norte de Quintana Roo.
Según el Diagnóstico de los Servicios de Salud del Estado de Quintana Roo, como parte de la implementación del plan de Salud IMSS-Bienestar, el director general del instituto, informó que en la entidad hay alrededor de 854 mil personas sin Seguridad Social y es la población potencial a atenderse en las instalaciones que actualmente operan los servicios estatales.
Asimismo, en el Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2022 de la Secretaría del Bienestar, en la entidad habían 892 mil 875 personas en situación de pobreza moderada y extrema, de las cuales, 466 mil 739 no cuenta con acceso a instituciones de Seguro Social, lo que significa que el 24.8 por ciento de la población debe acudir a instituciones privadas.
Ante el alarmante incremento de la pobreza de los últimos años y derivado de qué la demanda social de los servicios de salud ha superado la capacidad de los gobiernos, en cuanto a la infraestructura, equipamiento suficiente, personal médico calificado, y el abastecimiento de medicamentos, entre otros, esta situación encrudece los estragos de la pobreza para miles de trabajadores que viven en condiciones paupérrimas.
Lamentablemente, de acuerdo al Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue) del Inegi, señala que en Quintana Roo hay 365 consultorios, de los cuales, 42 son públicos y 323 son privados, estos últimos se encuentran concentrados en zonas urbanas como Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, mientras que en ambientes rurales son casi inexistentes.
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