* Infectados acuden al Centro de Salud, donde les piden aislarse en sus casas, con remedios caseros
Ometepec, Guerrero. A 12 días de haber resultado positivo al Covid-19, enfermedad que lo mantuvo al borde de la muerte, transportista del municipio de Ometepec denunció la falta de atención de los servicios de salud y la indolencia de los gobiernos municipal, estatal y federal, que no le han brindado ningún apoyo.
Ponciano del Carmen Medina, taxista que pertenece al sitio conocido como "los rojos", por el color de la franja que tienen a los lados los vehículos del servicio público, narró que el 2 de junio se percató que tenía Covid-19 y ante el temor de asistir al hospital por la desinformación respecto a la enfermedad, "que en el hospital los matan", "que en el hospital los inyectan para que se mueran", decidió aislarse en su casa con remedios caseros y pastillas de Paracetamol.
Los primeros días logró sobrellevar la enfermedad, pero en el día 7 tuvo una grave complicación respiratoria "y estuve a punto de perder la vida.Al día siguiente acudí al Centro de Salud para conocer si la temperatura de 39 y 40 grados era síntoma del Covid-19, ahí sólo me hicieron unas preguntas y me mandaron a casa como sospechoso, con el mismo medicamento: Paracetamol.
Al Centro de Salud llegaron cuatro personas más, a las que también hicieron preguntas y enviaron a sus casas; otras tres personas llevaban resultados de un estudio realizado en un laboratorio particular, a todos enviaron a sus casas para atenderse con remedios caseros.Estos casos, no forman parte de las estadísticas de infectados por coronavirus en Guerrero, "en Ometepec hay muchos contagios y la mayoría se atienden en sus casas".
Agregó que no ha recibido ningún apoyo de los gobiernos federal, estatal ni municipal, ni atención médica, es más, ni siquiera saben que estoy infectado porque tengo 12 días aislado en mi casa, "creo que los síntomas fuertes ya pasaron y que voy a salir adelante".
Por último reprochó la actitud del presidente municipal, que sólo reparte despensas con fines proselitistas en calles y avenidas principales, pero no acude a colonias marginadas, donde muchas personas están sin trabajo, sin dinero y sin comida por el confinamiento ordenado por las autoridades federales.Ha subsistido gracias al respaldo de su esposa, que vende comida.
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