Sí, las autoridades de la Oficina de Gestión de Emergencias de la Ciudad de Nueva York hicieron sonar las alarmas y trasmitieron un anuncio del servicio público, de 90 segundos. Esto ocurrió el lunes 11 de julio.
En el anuncio se daban instrucciones a los residentes sobre qué hacer en cada de un ataque nuclear: “Así que hubo un ataque nuclear. No me pregunten cómo ni por qué, solo sepan que el gran ataque llegó”.
La voz de mujer continúa con una sugerencia: “Entren”, “Quédense adentro”, “darse una ducha con jabón y champú” y “mantenerse sintonizado” a través de la aplicación móvil en internet “Notify NYC”. El vídeo concluye con la narradora despidiéndose “¿De acuerdo? Ustedes lo pueden hacer”, antes de salir de la pantalla”. (Andre Damon, en WSWS, de 13 de julio de 2022).
No nos detendremos a comentar el carácter absurdo, tanto de sus consejos triviales como del video en sí mismo. Lo que nos parece trascendente es contestar la pregunta de por qué trasmitieron ahora dicho aviso.
“Cuando un reportero le preguntó al alcalde neoyorquino Eric Adams sobre el momento en que se emite este anuncio y si hay algo que deberíamos saber, respondió que el anuncio fue publicado ante los ataques en Ucrania y añadió en un comunicado que se trata realmente de tomar los pasos necesarios después de lo que ocurrió en Ucrania” (misma fuente 13 de julio de 2022).
Estas declaraciones evasivas nos llevan a nuevas interrogantes ¿Quién propuso la publicación de este video, con qué propósito? Es obvio que su publicación cuenta con la aprobación de los funcionarios de la ciudad de Nueva York, de las autoridades de Washington y los altos mandos del Pentágono, y eso significa que el peligro de una guerra nuclear no está en un futuro lejano, sino muy cerca, demasiado cerca. Las autoridades quieren que la población estadounidense se acostumbre a la idea de la guerra nuclear, pero no le mencionan los efectos devastadores que tendría sobre su país y el mundo entero.
La publicación de este anuncio apenas dos semanas después de la cumbre de la OTAN, en la que Estados Unidos (EE. UU) y otros aliados de la OTAN declararon una guerra de alta intensidad contra competidores con armas nucleares, incluyendo Rusia y China, pone de manifiesto que lo empezado en Ucrania sólo es el prólogo de la verdadera película. Para la próxima guerra nuclear los imperialistas se prepararon intensamente, durante muchos años expandieron su arsenal nuclear y desmantelaron sistemáticamente todas las restricciones internacionales sobre el uso y despliegue de dichas armas.
La humanidad nunca ha estado tan cerca de que se repita el infierno de Hiroshima y Nagasaki, ciudades que sufrieron ataques nucleares ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio del Japón, del 6 al 9 de agosto de 1945. Ese infierno ahora será multiplicado por 100, pues las armas actuales han superado en esa proporción el poder destructivo de la bomba Fat Man.
Los países que luchan por zafarse del control norteamericano y le apuestan a un mundo multipolar crecen día a día. Argentina e Irán ya han solicitado su ingreso al grupo de los BRICS. Son decenas los países que se han negado a aplicar sanciones contra Rusia, China y la India los encabezan, no solo porque las sanciones son contrarias al derecho internacional, sino porque están agravando los problemas que ya existían antes de la pandemia y amenazan al mundo con mayores desequilibrios y la proliferación del hambre.
Los trabajadores norteamericanos y europeos y los de todo el mundo además de luchar contra el aumento del coste de la vida, necesitan emprender la lucha contra la guerra que amenaza con destruir el planeta entero. Ahora queda más claro todo el cálculo que hubo para orillar a Rusia a desencadenar las operaciones en Ucrania, se quería el pretexto para que el presidente Putin apareciera como agresor, cuando el verdadero objetivo son los planes de dominación mundial de EE. UU. y su brazo armado la OTAN.
Sólo los pueblos del mundo podrán detener los planes genocidas del imperialismo estadounidense. Solo la unidad de los pueblos oprimidos y explotados por las potencias imperialistas, con los trabajadores de los países avanzados, podrá poner en marcha un fuerte movimiento por la paz que frene sus instintos homicidas. La lucha por la paz se vuelve cada día una necesidad más apremiante. Lo sucedido en Nueva York es un aviso.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario