Venado, SLP.- Sometidos a condiciones de precarización laboral se encuentran los trabajadores de la planta de Toyoda, que opera en el municipio de Venado, San Luis Potosí, porque trabajan jornadas de más de 12 horas a cambio de un salario que apenas alcanza los 900 pesos semanales, además de que viven otras prácticas que van en contra de sus derechos laborales.
Así lo reveló uno de los empleados de la firma, quien por temor a represalias pidió mantener su identidad en el anonimato, pero con su testimonio también reclamó mejores condiciones de trabajo
“Trabajo 12 horas diarias, de siete de la mañana a siete de la tarde, gano 900 pesos semanales, fabrico empaques. No tengo prestaciones sociales como el Seguro Social, no descanso en días festivos, me prometieron bonos de despensa, pero no los he visto jamás”, dijo.
“Para ausentarme en Semana Santa o en diciembre, antes debo aumentar horas a la jornada laboral diaria, es decir, trabajar 13 horas en lugar de 12, Y sin recibir pago de horas extras, si llego a faltar por motivo justificado, me descuentan dos días de salario. A los compañeros que enfermaron de Covid no les pagaron su salario ni les ayudaron con nada”, agregó.
Toyoda es una empresa que manufactura sellos automotrices para las armadoras de Toyota, Ford, Nissan y Honda; cuenta con otra planta en el municipio de Mexquitic, en el parque industrial Pueblo Viejo, que fue inaugurada en abril de 2008 y ampliada en 2015. La planta de Venado inició operaciones en 2020, con una inversión de 580 millones de pesos y con la promesa de generar 900 empleos.
El obrero relató que ninguno de los empleados de Toyoda quiere denunciar abiertamente los abusos a los que están sometidos porque inmediatamente los tachan de revoltosos y sufren represalias en un ambiente laboral que de por sí no es el óptimo.
Sostuvo que los administradores de Toyoda hacen de las suyas en este municipio rural potosino porque los obreros no protestan, pues por su necesidad de trabajo aceptan salarios de hambre y maltratos, también toleran las mentiras porque la realidad es opuesta a lo que les prometen. En la planta de la capital potosina, los salarios eran de mil 200 pesos, pero al trasladarse la empresa a Venado, descendieron a 900 pesos.
A pregunta expresa de qué papel juega el líder sindical, el entrevistado aludió que solo vela por sus propios intereses, no por los de los trabajadores que representa y a los que debería defender.
“Ese tiene una casota, viáticos, doble sueldo, vehículo nuevo. Cuando la empresa autoriza una partida para festejar el día del niño, o el día de las madres, “los jefes" se quedan con la mayor parte del recurso y solo reparten migajas”, puntualizó.
En Venado, los trabajadores viven las condiciones laborales que Porfirio Díaz impuso en 1876 a punta de bayoneta y muerte. Condiciones laborales que sólo terminarán cuando los obreros se decidan a unirse, como un solo hombre, para exigir mejores salarios, jornadas de trabajo de 8 horas y prestaciones laborales, como lo establece la legislación laboral en México
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