Desde la colonia Ruiz Ferro, de Chiapa de Corzo, Chiapas, Antonia González de la Cruz, una mujer de la tercera edad que presenta problemas para caminar, pasa la pandemia de covid-19 en soledad.
A veces la visitan sus hijos, pero la mayoría del tiempo transcurre para ella en soledad; y en esa solitaria vida observa cómo sus vecinos también enfrentan dificultades para superar la crisis derivada de la emergencia sanitaria y sin ninguna ayuda gubernamental como lo pregona el presidente, Andrés Manuel López Obrador y otros representantes populares.
"Yo estoy sola y me la voy llevando, alimentándome con la sopa que me traen mis hijos.En mi hogar si comí bien fue porque pasamos el día con sopita.Ya no tengo hijos que criar, ellos ya tienen su esposa, pero las otras familias están pasando una situación difícil y no porque no quieran trabajar, es porque no hay cómo emplearse", dijo.
En México, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018 (ENADID), existen un millón 700 mil adultos mayores que viven solos.En esas condiciones de soledad enfrentan la pandemia de covid-19.
La vulnerabilidad incrementa para quienes viven con una discapacidad total o parcial; según la misma estadística, siete de cada 10 adultos mayores padecen discapacidad.
Doña Antonia es una de esas abuelitas en soledad y con discapacidad en medio de la pandemia; reconoce que tiene a sus hijos quienes por circunstancias no están con ella todos los días.
Ella quedó discapacitada después de que tuvo que someterse a una operación de la columna y quedó con secuelas.
Actualmente se dedica a las labores de su hogar, recibe apoyos de sus hijos, y como toda mujer chiapaneca, vende tamales los sábados en las calles y casas aledañas a su hogar; se ayuda con esta actividad para obtener ingresos y pagar sus gastos de agua, luz y transporte que en los últimos días han encarecido.
Sentada afuera de lo que antes fue el techo en donde crecieron sus hijos, relata la difícil experiencia por la que pasan ella y sus vecinos.Dice que no hay trabajo ni dinero y que puede darse cuenta, porque cuando vende sus tamales apenas reúne 300 pesos a la semana; la gente ya no quiere comprar porque tiene otras necesidades y prioridades.
Afligida, apeló a la sensibilidad de quienes están a cargo de los tres niveles de gobierno, y en específico al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que la auxilien a ella y al resto de las familias que enfrentan desempleo, escasez de alimentos y desempleo.
"Que se toque el corazón, que vea la situación difícil de los chiapanecos, debe mandar ayuda porque la gente no tiene para comer, necesitamos apoyo para las papas", remarcó González de la Cruz.
Finalmente, expuso que las colonias de aledañas al Cañón del Sumidero sufren de servicios básicos como el agua, y que hasta hace como tres años, mediante la gestión del Movimiento Antorchista de Chiapas, ella como otras familias recibieron el proyecto de techos para la vivienda.
"Por eso es que pasó menos duros estos meses, pero que, desde la entrada de Morena, el apoyo a los más necesitados no llega.Antes los apoyos llegaban a la gente, ahora todo se lo queda el presidente de México".
0 Comentarios:
Dejar un Comentario