Dice Cervantes que "la verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira, como el aceite sobre el agua". Nadie hasta ahora se ha atrevido a cuestionar la verdad que enarbolan los michoacanos que el próximo miércoles 3 de febrero cumplen un año en plantón en la Plaza Melchor Ocampo de la ciudad de Morelia esperando justicia y, ahora, en los últimos días, hasta diálogo por parte de la autoridad. A los maestros, a los padres de familia y a los niños que tan buen material ofrecen para los discursos demagógicos de muchos políticos, se les niega el Programa Escuelas de Tiempo Completo porque su instrumentación en las escuelas a las que asisten daña los intereses económicos particulares de empleados públicos que controlan la educación en Michoacán. Esa es la verdad.
También se va haciendo del dominio público que el Movimiento Antorchista no invade predios particulares que, nunca, jamás, ningún dirigente ni ningún miembro de base ha sido procesado y sentenciado por este delito en ninguna parte del estado ni del país y ha ido resultando absolutamente cierto y demostrado que el predio del Cerro del Quinceo que fue invadido ya hace dos semanas por vivales con padrinos encumbrados, les fue otorgado legalmente a los vecinos –representados precisamente por el Movimiento Antorchista- para que construyeran una unidad deportiva para ellos y sus hijos, o sea, para la juventud que también es usada sin recato en las arengas electorales. Véase La Voz de Michoacán en donde declara el secretario del Ayuntamiento, el licenciado Jesús Avalos Plata, que "la administración municipal se encuentra únicamente a la espera de que el gobierno del estado solicite el desalojo del terreno de dos hectáreas de dimensión, que fue cedido desde 2001 a Antorcha Campesina para edificar una unidad deportiva en beneficio de los habitantes de las colonias Jorge Obispo, Paraíso y Seis de Junio". Nosotros, los afectados, también estamos a la espera de que el gobierno del estado haga justicia y estamos, incluso, a la espera de que los funcionarios estatales se pronuncien con la claridad y honradez con que hasta ahora lo han hecho los funcionarios municipales ¿Por qué tanto silencio y lenidad ante un atropello tan flagrante al Estado de derecho? ¿Ante la justicia, todos somos iguales, pero unos más iguales que otros?
Así están las cosas con la lucha por las Escuelas de Tiempo Completo y por el rescate de un predio invadido por negociantes bien protegidos y, mientras tanto, los problemas que enfrentan los mexicanos y los michoacanos van en aumento. Sin freno. En este sentido, es importante no pasar por alto las declaraciones analgésicas del gobernador del Banco de México, el señor Agustín Carstens quien, a inicios de la semana que termina, declaró con respecto al hundimiento del valor del peso frente al dólar que "ha habido una sobre reacción...con el tiempo esta presión tiende a desaparecer...(y que) esto puede dar lugar a una fuerte corrección, en el caso de México, lo cual es algo que yo estaría esperando". La verdad es que la economía capitalista, más aún, el modelo que ha cancelado casi totalmente intervención del Estado en la atenuación de los efectos nocivos de las leyes del mercado, funciona bajo los dictados de las gigantescas corporaciones financieras del mundo y, si ya la Reserva Federal ordenó un aumento a los intereses que se pagan en Estados Unidos por el dinero depositado en los bancos, la obligada consecuencia es que los capitales invertidos en México vuelen en busca de la máxima ganancia y seguridad hacia Estados Unidos y, para ello, se tienen que convertir en dólares; de ahí el aumento de la demanda de dólares y el colapso del peso. Así de que me permito, valga mi insignificancia, dudar de que vaya a haber una "fuerte corrección". No hay que pasar por alto que existen voces también calificadas que ven el panorama futuro más sombrío, como por ejemplo, la consultora PricewaterhouseCoopers que hizo una encuesta entre 1,409 altos ejecutivos de 83 países y resultó que únicamente el 27 por ciento de los entrevistados considera que el crecimiento global mejorará en el futuro próximo.
La situación no se presenta muy halagüeña tampoco por lo que respecta al precio del petróleo. Según el más reciente reporte del Banco Mundial, que también me parece ser muy optimista, el promedio para la mezcla mexicana terminará 2016 en 37 dólares contra los 50.8 en los que cerró el 2015. Los 37 dólares están todavía muy arriba de los 20 en los que ronda por estos días porque, para promediar esa cantidad, necesitaría pasar largas temporadas rondando los 70 dólares, situación que se aprecia muy difícil. Ahora bien, no hay que olvidar que apenas en octubre pasado el mismo Banco Mundial había pronosticado que el precio promedio para 2016 sería de 51 dólares, 14 más que el promedio que ahora anuncia; eso sí, el Banco Mundial anuncia claramente que, según sus previsiones, los aumentos del petróleo no alcanzarán los niveles que alcanzaron los rebotes de las bajas de 1986, 1998 y 2008. Todo ello redundará, quiérase o no, en una reducción del gasto público indispensable para mejorar la calidad de vida de los mexicanos. En 24 estados, las aportaciones federales per cápita se reducirán este 2016. Así de sencillo:se hunde el nivel de vida del pueblo mexicano.
Registremos que la baja del petróleo y la disminución de los precios de las materias primas en general, no siempre son una desgracia para los países. Ahí está el ejemplo de China. Este país está aprovechando los precios bajos para comprar grandes cantidades de crudo y otras importantes mercancías para su industria y para su pueblo. De acuerdo con cálculos de Kenneth Courtis quien fue el segundo ejecutivo de Goldman Sachs para Asia, China está ahorrándose 320 mil millones de dólares en la compra del petróleo más barato y otros 140 mil millones en la compra de metales, carbón y productos agrícolas, ahorros que casi compensan la salida de sus reservas en divisas. ¿No resultará también una gran verdad la que han venido sosteniendo los antorchistas en el sentido de que es indispensable y urgente un cambio de modelo económico? Esperemos que no sea tarde.
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