Desde hace tiempo los jóvenes estudiantes así como docentes del COBAT Plantel 23 de Nuevo Laredo, apoyan como voluntarios en asociaciones civiles tales como “Tapitas por una Sonrisa A. C.” que opera mediante sus centros de acopio solicitando a la ciudadanía que tapas de todo tipo sean donadas, estos donativos se transforman en dinero mediante el reciclaje.
Actualmente hubo una disminución del cargamento que se envía a Monterrey para su transformación en otros materiales, ya que en años pasados se enviaba tres cargamentos al añoaproximado de 3 toneladas de tapitas, en lo que va delaño lo recaudado no llega ni a una tonelada, debido a la pandemia ya qué varios de los donadores eran los asistentes a gimnasios, estéticas, tiendas de comida y escuelas, centros que han permanecido cerrados.
Nuestro centro de acopio ubicado en el COBAT No.23, de igual forma no ha alcanzado los donativos esperados, ya que el año pasado que empezamos a funcionar motivábamos a los alumnos de otras instituciones, desde el nivel preescolar hasta secundaria con el apoyo de los directivos de tales instituciones para que se unieran a esta noble labor.
Pero eso no es todo el problema para estos niños que sufren de tan grave enfermedad, sino que además de que se disminuyó el ingreso de lo recabado en el reciclaje, se suma que la Alianza Anticáncer ubicada en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León que es la que administra el recurso monetario del reciclaje, se ha visto en la penosa necesidad de restringir las ayudas.
Se ha dejado de apoyar a las familias de escasos recursos en todos los aspectos que antes abarcaba; es decir, el apoyo en medicamentos y quimioterapias, esto debido a que muchos de estos apoyos eran mediante gestiones, los cuales son sumamente altos los costos que varía de acuerdo al tipo y al avance de la enfermedad pero van desde 7,000 hasta los 100,000 por sesión y no hablemos de los medicamentos, de los cuidados y hospitalización.
El trasfondo de todo esto, es la desaparición del Seguro Popular creado en el 2004 por Vicente Fox, que tenía 54 millones de mexicanos afiliados, programa que cubría 1,663 enfermedades de primer y segundo nivel operando con $71,215 mdp en el 2019 y que en el área oncológica se destinaba 20 mil millones para cubrir de manera integral está enfermedad.
A partir de enero del 2020 que desapareció, no se logró ejercer lo destinado en ese ejercicio fiscal, porque se creó el Instituto Nacional para el Bienestar que es un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud, y fue creado para darle universalidad, igualdad e inclusión. Sin embargo, el Gobierno federal solo dispuso 40 mil millones de pesos de los cuales se tomaron 33 mil millones de pesos para la compra de vacunas, dejando una ínfima cantidad para fortalecer el sistema de salud en zonas rurales y seguir la atención de estás enfermedades consideradas como catastróficas.
Esto demuestra una deficiencia de los centros de salud, en los que no hay abastecimiento de medicamentos, las vacunas que se encuentran en el esquema de vacunación cada día son más escasas.
¿Hasta cuándo vamos a dejar que el gobierno federal nos siga oprimiendo? ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo los atropellos por el Gobierno federal? El 22 de marzo padres de niños con cáncer exigieron a las autoridades de salud de México que garanticen el abasto de medicamentos y terapias para los pequeños que padecen esta enfermedad en el país, una escasez agravada en los últimos meses.
En hospitales de estados como Chiapas y Oaxaca se ha agudizado el desabasto de medicamentos oncológicos pero también de insumos para aplicar las quimioterapias a los pequeños. A pesar de sus múltiples protestas desde hace dos años han sido ignorados pese a que en el mes de marzo algunos de los padres de familia afectados interpusieron un amparo que se les otorgó para que se les dieran los medicamentos, amparo que hasta el momento no se ha cumplido, ya que aún se desconoce como es que operará el Insabi, y ni el mismo personal que lo operará lo tiene claro.
Son muchos los que protestan por los apoyos y a través de los medios de comunicación nos damos cuenta de los desvíos de recursos destinados para el Seguro Popular. Hoy estamos como barco a la deriva, sin rumbo, por qué el gobierno federal no sabe cómogobernar en su afán de destruir todo lo que estaba mal y todo lo que huela a corrupción, en lugar de darle una solución; mientras el pueblo pobre es el más afectado y no tiene piedad ni remordimiento. A esto sumamos las últimas declaraciones que realizó Hugo López-Gatell en contra de los niños enfermos de cáncer. Es momento de que exijamos nuestros derechos constitucionales, es momento de organizarnos para conquistar una verdadera solución a los grandes problemas de salud que aqueja a los mexicanos, es tiempo de escuchar las propuestas que hace el Movimiento Antorchista
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