Fue escándalo nacional e internacional la salida del fiscal de hierro, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), quien intentó encarcelar a integrantes del Movimiento Antorchista Nacional, congeló cuentas bancarias de algunos negocios de la organización, difamó, calumnió y filtró información a la prensa antes de que los implicados la supieran.
Pero como reza el refrán popular “el que a hierro mata, a hierro muere”, fue así que por medio de filtraciones periodísticas nos enteramos de que se vio involucrado en un escándalo que lo llevo a renunciar a su cargo de todo poderoso señor de horca y cuchillo. Las primeras reacciones y opiniones señalaban que su salida obedeció al escándalo de su boda en un hotel lujoso de lo más exclusivo de Guatemala, país donde se fue a celebrar la unión matrimonial. Conforme avanzan los días, más versiones han salido a la luz pública como: el que se trató de sacarlo de la jugada al ser una pieza clave en el equipo de uno de los presidenciables para el 2024; otra versión señala que había varias quejas donde lo involucraban en actos posibles de chantaje y corrupción, como el hecho de que se les pedía dinero para desbloquear cuentas o no investigar a fondo, es necesario aclarar que no lo hacia él personalmente, para estas operaciones tenía gente de todas sus confianzas y de su equipo que se encargaban de realizar el trabajo sucio, esto se ha filtrado en los medios de comunicación.
Esto último habría obligado al Licenciado Andrés Manuel López Obrador, titular del ejecutivo federal, a quitarlo de su cargo y solo aprovechó la coyuntura del escándalo de la boda para matar a dos pájaros de una pedrada: por una lado se deshace de un funcionario que en el futuro le habría costado caro políticamente haberlo tenido en esa posición y por otro lado queda ante la opinión pública como un estadista que no permitirá lujos y escándalos de ningún funcionario por muy encumbrado se encuentre, como lo dijera el Licenciado Andrés Manuel, le cayó "como anillo al dedo" este acontecimiento.
Pero no podemos esperar nada diferente a los funcionarios o políticos del pasado, con respecto a los de la Cuarta Transformación porque son lo mismo, están cortados con la misma tijera, lo único que cambió es que antes eran de color rojo, azul, amarillo, etc. Ahora son de color guinda, pero siguen siendo los mismos de siempre, le pese a quien le pese, así lo demuestra la realidad.
Por otro lado, podemos decir seguros y orgullosos que los antorchistas a casi la mitad de gobierno morenista hoy estamos más unidos, firmes y seguros de seguir trabajando de la mano de los hombres, mujeres humildes de todos los rincones de nuestra patria, luchando como lo venimos haciendo desde hace 47 años de vida que lleva nuestro movimiento y que durante este tiempo hemos aprendido que por muy amenazador que se presente un funcionario o político nuestra organización ha resistido y seguirá resistiendo embates de los enemigos del pueblo y nosotros seguiremos firmes como la realidad nos ha enseñado y, con Santiago Nieto, esta demostrado que tenemos la razón histórica de nuestro lado.
Una vez más hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad de avanzada que quieran una patria diferente a la que hoy tenemos a que nos unamos para lograr tener una cantidad de mexicanos que nos den la fuerza para quitar a la clase política y los gobernantes que hoy no representan verdaderamente al pueblo, logremos una fuerza como la de las olas del mar que destruyen las rocas. Ese es el reto.
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