Problema constante se ha convertido en casi toda la ciudad de Tijuana, que todos los días y a cierta hora, el agua potable se termine; y es que aunque esto no era un problema diario anteriormente, hoy se ha vuelto el pan de todos los días, pues a pesar de que los tijuanenses pagamos el agua de manera puntual, el servicio se corta sin previo aviso, dejando a miles de familias sin el vital líquido, esto a pesar que han existido denuncias y exigencias por parte de la ciudadanía, el presidente municipal, poco o nada ha hecho.
El problema se agrava cuando, en instituciones educativas de nivel básico, se suspenden las clases porque no tienen agua y es imposible tener un sanitario sin agua al servicio de más de 300 estudiantes; se habla de que son más de 600 colonias en los municipios de Tijuana y Rosarito, las que han sufrido este crimen social.
El director de la CESPT, Víctor Daniel Amador Barragán, indicó que este mes de abril, una vez que cesaron las lluvias, las condiciones están dadas para continuar con el segundo cierre para la rehabilitación del acueducto; destacó que se analizaron distintos métodos de reparación buscando desarrollar un trabajo que además de eficiente, mitigue la afectación a la ciudadanía, dado que se trata de una de las principales arterias del sistema de suministro de agua para ambos municipios.
Y es que lo que fue la caja chica, y no tan chica, para algunos gobiernos, la CESPT no ha podido resolver el tema del agua para familias de escasos recursos económicos, familias que viven en colonias olvidadas, no solo para el mantenimiento de las tuberías que ya se tienen, sino que además de ello, promover que las colonias en donde no exista el vital líquido cuenten con ella, no regalada, sino que creen las condiciones para que las familias puedan tener acceso, como es el derecho de todos los humanos.
Aunque no se tiene una estadística oficial de cuántas son las familias y las colonias que no cuentan de manera permanente sin el servicio, se habla de que el número va en crecimiento, eso a la par del desarrollo de la ciudad fronteriza, a pesar de este desarrollo no existe un plan de inversión para poder dotar de estos servicios a las familias que sostienen la economía de esta ciudad.
Hoy, ante esta problemática que se agudiza cada vez más, es necesario que los tijuanenses levantemos la voz, nos organicemos y luchemos juntos por un programa que garantice este servicio a todas las familias, insisto, no queremos nada regalado, solo que se pongan en los justos términos los derechos que tenemos todos los mexicanos, de lo contrario, todo seguirá igual como hasta ahora.
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