Como lo ha demostrado el Movimiento Antorchista, a lo largo de su trayectoria, siempre ha luchado por mejores condiciones de vida para el pueblo trabajador, y como no, también nos han hecho claridad los hombres mejor preparados del movimiento, explicándonos que las cosas no van a cambiar en favor de los más desprotegidos, si no se cambia de raíz el modelo capitalista de explotación actual.
Pero para que eso suceda, el pueblo tiene que hacerse consciente de su realidad, educarse y tomar las experiencias de la historia de la humanidad, en particular la de la lucha de clases. Pero mientras esto sucede, mientras avanza en cantidad y en calidad suficientes esta concientización. El Movimiento Antorchista ha dicho que el modelo económico que plantea para erradicar la pobreza del país, como se sabe, contempla cuatro aspectos fundamentales: 1) pleno empleo para los mexicanos; 2) mejorar sustancialmente los salarios de manera que cubran la canasta básica; 3) cobro de impuestos equitativos, que pague más quien más tenga y menos quien cuente con menores ingresos; y, 4) que el gasto social del gobierno favorezca más a las clases menesterosas del país. La aplicación de un modelo opuesto a este planteamiento por el actual gobierno es lo que explica que el mal de la pobreza no ceda ni en cantidad ni en calidad y que, al contrario, esta grave enfermedad social, según las propias estadísticas oficiales, tienda a incrementarse día con día, aún con el gobierno morenista actual.
Veamos de manera muy general el siguiente dato: según definiciones tradicionales, millonario es quien tiene muchos millones. Pero es rico quien realmente pueda alcanzar su independencia económica a una edad en la que todavía pueda disfrutarla. Y con base en esta cuestión, ¿cuánto gana el 1% más rico de México? Según datos de la metodología EVALÚA CDMX, obtenidos en 2019, y de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2020, el uno por ciento de la población tiene un ingreso de 108 mil 652 pesos mensuales.
En México hay 318 mil personas con un patrimonio que supera el millón de dólares, es decir, que son considerados millonarios, lo que representa apenas 0.36 por ciento de la población adulta, de acuerdo con el más reciente Informe sobre la Riqueza Mundial de Credit Suisse. (3 nov 2022) ¿en verdad en México, son primero los pobres? ¿Cuánto es el salario promedio de un obrero en México? es de $6,810 por mes (alrededor de $1,480 por semana). El sueldo de un obrero puede empezar en un salario mínimo de $3,990 por mes, mientras que el salario máximo puede exceder los $11,870 por mes.
Ahora bien, no es de ahora, sino desde siempre que Antorcha ha adoptado esta postura, vamos a decir, crítica, respecto a la política económica que siguen los partidos en el poder. Los antorchistas hemos sido muy claros en nuestro derecho a cuestionar (con argumentos fundados, claro) aquellas acciones que los gobiernos de cualquier nivel (municipal, estatal y federal) tomarán en contra del pueblo trabajador; y no sólo a cuestionar verbalmente y por escrito dichas acciones, sino que dejábamos a salvo también nuestro derecho inalienable, plasmado en nuestra Constitución, a tomar las calles, a realizar marchas y mítines en caso de ser necesario en defensa de ese mismo pueblo. Vale hacer esta aclaración, porque en los tiempos actuales en que la brecha entre los pocos que han concentrado la riqueza y la inmensa mayoría que nada tiene se ha ensanchado escandalosamente.
Estos datos nos reflejan la urgencia de aplicar las medidas enumeradas más arriba para cuando menos paliar un poco esta tremenda desigualdad. Ya que de una u otra manera, a través de las instancias de gobierno, se pueden aplicar y buscar cierto equilibrio que no castigue en demasía a la clase más vulnerable.
Ahora bien, a sabiendas de que a nosotros nadie nos ha nombrado consejeros de nadie y muy lejos estamos de una pretensión en ese sentido, de todas maneras nuestra ya larga experiencia de 49 años levantando desde abajo a una organización popular, nos permite estar en inmejorables condiciones para afirmar que un manejo inteligente del gasto social en los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y particularmente federal, sí puede cambiar, y mucho, la calidad de vida de millones de mexicanos y, por tanto, la percepción negativa que se tiene de la actual administración federal.
Me queda claro que sonará utópico, pero quien gobierne debería destinar recursos bien administrados, y puedo afirmar que, cuando el dinero del erario se maneja con buen criterio para atacar, por ejemplo, la marginación en materia de infraestructura urbana sea en el medio rural o citadino, por supuesto que se puede atemperar y mucho, el malestar de las capas más desfavorecida.
Ahí está, dicho sea de paso, el pliego de peticiones del movimiento antorchista en Baja California Sur que no avanza en solucionar el gobierno del estado, ni el municipio de Las Paz. Realizando obras de infraestructura urbana de alto impacto: muchos sistemas de agua potable y redes de drenaje, muchas y grandes obras de electrificación, grandes clínicas y hospitales; muchísimas obras de pavimentación, construcción de escuelas, carreteras, en fin, es como se puede seguir avanzando y no polarizar los sectores sociales.
Pero claro, tomando medidas que ataquen el incremento de la inflación, la falta de empleo en la que mucho tiene que ver la recesión mundial y particularmente la estadounidense; el aumento salarial a favor de la inmensa mayoría, seguramente despertará una reacción iracunda de los empresarios multimillonarios, situación que los gobernantes pasados y actuales no van implementar nunca, y mucho menos un cobro de impuestos más equitativo.
Desde nuestra modesta trinchera, los antorchistas por convicción propia (y porque a los altos funcionarios del Gobierno federal les consta, pues nos conocen), exige la aplicación eficiente y honrada de recursos, sólo esperamos que se nos brinden las herramientas suficientes para hacer la parte que nos toca. Esto no combate a fondo la pobreza, pero sirve, al menos, como paliativo.
Lo que finalmente urge, es que el pueblo organizado, educado y consciente tome el poder y eche a andar todos los mecanismos que transformen la difícil situación por la que hoy millones de pobres están padeciendo. Manos a la obra, pero ya.
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