El pasado 15 de mayo, se celebró el Día del Maestro, fecha importante para el gremio magisterial nacional porque implica reconocer la ardua labor docente en todos los niveles educativos en pro de la educación de las niñas, niños y adolescentes, a pesar de todas las carencias de infraestructura, material didáctico, energía eléctrica, agua potable y drenaje y material de limpieza en miles de escuelas, tanto en el campo como en la ciudad.
Toda esa labor y sacrificio del docente en sus aulas, y muchos de ellos, en especial los que tienen que caminar por horas para llegar a sus centros de trabajo, que muchas veces están en la punta del cerro o en los barrancos, como los que existen en la sierra Tarahumara. Toda esa labor que hace el docente por la comunidad, por la escuela, por las familias, se hacen con amor al prójimo y amor al arte de enseñar (eros pedagógico), y muchas otras cosas más que los maestros y maestras se llevan en el corazón y en la conciencia, y que el gobierno no valora, y para muestra un botón, hay miles de escuelas en el país que no cuentan con lo mínimo indispensable para trabajar, sin sillas, sin pupitres, sin pizarrones y mucho menos un comedor, aire acondicionado, baños y material didáctico, y por supuesto no hay que olvidarse que tengan agua potable, drenaje y energía eléctrica y mucho menos pensar en internet en la escuela.
Y no hablemos de lo olvidado que está el magisterio en sus derechos y que solo los usan como carne de cañón por sus líderes sindicales, ya sea para seguir conservando el huesito o huesote en el sindicato o vender los votos del magisterio al mejor postor.
Hace unos días, vimos cómo la secretaria de Educación, Delfina Gómez anunciaba, con bombo y platillo, el aumento al salario del magisterio “…anunció que como parte de la nueva política del gobierno bienestar-salario los profesores tendrían un aumento escalonado de 3.2 y 1 por ciento para quienes tienen salarios menores a 20 mil pesos, beneficiando así a quienes menos perciben, por lo que ahora alcanzarán un ingreso de 14 mil 300 pesos mensuales.” (elsoldemexico.com.mx 16/mayo/
Para lograr los aumentos, dijo la funcionaria, el Gobierno federal prevé invertir cerca de 25 mil millones de pesos, como si ese aumento revalorizara al magisterio mexicano.
Lo que urge es una política educativa de gran calado, donde las escuelas estén bien equipadas, donde no existen, que se construyan, que se dote de todo lo necesario a las escuelas y no que el maestro ponga de su salario, de por sí raquítico; que regresen las Escuelas de Tiempo Completo para que se dé una educación integral en todos los niveles, que se doten de becas académicas a todos los estudiantes y no solo a unos cuantos, una verdadera profesionalización del magisterio, y sobre todo, un salario digno y bien remunerado, ya que los 14 mil 300 pesos que se pretenden ingresar en esta época de inflación y de pandemia no alcanzan para comprar la canasta básica y mucho menos vestirse, calzarse, pagar los servicios básicos como agua potable, luz, predial y mucho menos construir una vivienda digna o curarse de alguna enfermedad.
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