A pocos meses de iniciada la actual administración municipal, vecinos de diversas comunidades se han manifestado debido a la falta de agua potable.Algunos debido al mal estado de sus redes de distribución; otros, porque de plano no cuentan con el servicio.La situación es tal, que afectados señalan haber pagado hasta más de 2 mil pesos mensuales por servicios particulares de agua potable, gasto muchas veces incosteable.
Una problemática que, para especialistas en el tema resulta una total contradicción debido a que por su ubicación geográfica, Nicolás Romero se encuentra en área privilegiada si en materia de este recurso natural se trata.Ríos y presas, así como cuerpos de agua y acuíferos atraviesan el territorio municipal y brindan grandes posibilidades que no son aprovechadas.
Hoy, de acuerdo con estimaciones vertidas por funcionarios públicos del propio ayuntamiento, el 30 por ciento de la población; es decir, más de 160 mil personas padecen el terrible problema del desabasto de agua; un martirio insufrible que empuja a las familias afectadas a administrar con gotero el uso del vital líquido, a suplicar que las pipas no dejen de llegar o que los pozos no se sequen; todo ello ante la mirada evasiva del gobierno en turno.
Y es que contrario a lo que cifras oficiales del municipio apuntan, donde de acuerdo con el Plan de Desarrollo Municipal 2013-2015 se presume que la cobertura en materia de agua potable es del 90 por ciento de los hogares, basta dar un vistazo a la realidad cercana de los nicolasromerenses para comprobar que la cifras no corresponden a lo que se vive diariamente.
Comunidades como El Vidrio, Lomas de San José, Francisco I.Madero, Vista Hermosa, Crescencio Sánchez Damián, Ampliación Morelos, El Sifón, Cahuacán, Loma del Río, Ignacio Zaragoza, Crescencio Sánchez Damián, Espartaco, Manuel Serrano Vallejo, entre otras, son parte del bloque de colonias que sufren desabasto y escasez; carencia de un servicio básico y esencial no solo para labores cotidianas sino para la propia vida.
"Loma bonita"… y seca
Colonia Ampliación Morelos.Tres de la tarde.El sol es abrasador. Los caminos desdibujados de pasto seco y tierra suelta conducen a pequeñas casas de paisaje anárquico; desde chozas de madera y lona, hasta construcciones deshabitadas en obra negra.La falta de agua es evidente; tinacos, cubetas y todo tipo de recipientes rodean las casas a la espera de que llegue la lluvia o de que alguna pipa brinde el servicio.
Berenice Cruz Zamudio, quien habita la calle Loma Bonita desde hace más de 4 años sabe lo que es padecer la falta de agua.Desde su llegada a la colonia Ampliación Morelos ha tenido que lidiar con las dificultades que conlleva no tener abastecimiento constante de agua potable.
El líquido, si es que llega, cae cada sábado de 9 de la mañana a 4 de la tarde y no hay más.Un débil chorro de agua es la única fuente que brinda el municipio cada semana.Lo poco que se alcance a recolectar, a veces ni la mitad de un tinaco, debe administrarse de forma irrisoria para solventar las necesidades de las más de 10 personas que habitan la casa."Hay que chiquitear", explica Berenice.
Al interior de su casa, delimitada por maderas resquebrajadas por el sol, dos tinacos a medio llenar son la reserva de agua que debe alcanzar para una semana.Rodeando los tinacos, cubetas con agua negra y espumosa, "reciclada", comenta Berenice, son parte del "guardadito" de líquido que se reutiliza en actividades cotidianas como trapear pisos, lavar ropa o limpiar el baño.Berenice asegura que vivir así los ha obligado a arreglárselas para que la sequía no los venza.
"Es bastante difícil.Chiquiteamos el agua.La verdad no alcanza para nada, pero nos tenemos que acostumbrar, el gobierno municipal no resuelve nada.Vienen y prometen, pero ya no creemos.Las pipas del municipio no llegan o cuando se acuerdan de pasar tardan hasta un mes o más, por eso tenemos que comprar por nuestra parte pipas".
Golpe al bolsillo
Esta situación resulta bastante costosa para familias de escasos recursos.De acuerdo con Berenice su gasto promedio en servicios particulares de agua es de más de 2 mil pesos mensuales, debido a que debe adquirir, por lo menos, de 3 a 4 tambos de agua cada tercer día, mediante pipas particulares, para contrarrestar la poca que cae mediante la toma oficial, ello sin tomar en cuenta los garrafones que se adquieren para consumo y elaboración de alimentos.
Además, esta loza económica se hace más pesada si se considera que se suma el costo inicial de las tomas de agua realizadas por Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Nicolás Romero (SAPASNIR) que, aseguran vecinos entrevistados, pueden llegar a costar hasta 6 mil pesos.
Aunque el portal de SAPASNIR no ofrece información alguna sobre los costos que implica la implementación de una toma de agua, por falta de recursos muchos ciudadanos se han visto orillados a establecer convenios con el gobierno municipal para pagar mediante plazos sus toma de agua; una evidente señal del golpe a la economía que significa tener agua potable en Nicolás Romero.
Tan solo en lo que va de la actual administración, el gobierno municipal ha hecho alarde de negociar la firma de 2 mil convenios de este tipo con ciudadanos.Lo más alarmante de esta situación, a parte del gasto excesivo, es que aunque los convenios se hayan establecido, el agua no llega a los hogares hasta que concluyan los pagos.
Contaminación y riesgos a la salud
Cálculos realizados por el propio ayuntamiento señalan que "Nicolás Romero genera más de 2 millones de metros cúbicos de aguas negras y contamina 12 millones de metros cúbicos de agua limpia que corre por los ríos Xintel y San Pedro, los cuales son abastecedores del Lago Guadalupe"; el segundo cuerpo de agua más importantes de todo el Valle de México del cual 28 hectáreas se encuentran dentro del municipio.
Una de las principales causas de esta problemática es la falta de redes de drenaje. El mismo gobierno del Estado de México, a través del documento "Plan de desarrollo Urbano 2014-2030 Nicolás Romero", expone como uno de los motivos de mayor peso "(El) desalojo de aguas residuales domésticas, a través de fosas sépticas, letrinas y drenajes rústicos, a cielo abierto (…)", ya que esto provoca altos grados de contaminación de las aguas superficiales debido a que las descargas residuales mal dirigidas dañan la pureza de ríos hasta convertirlos prácticamente en canales de aguas negras.
Hoy, comunidades como La libertad, árbol Solo, Vicente Guerrero, Ampliación Morelos, El Tráfico, San Francisco Magú, Espartaco y Manuel Serrano se encuentran lidiando una batalla para que sean instaladas las redes drenaje o, en su caso, para que los servicios de este tipo en algunas zonas y calles, sean mejorados y les permitan vivir en condiciones dignas; sin embargo, la respuesta oficial por parte del municipio ha sido un "no" rotundo.
Estas demandas fueron presentadas por vecinos organizados en un pliego petitorio desde el pasado mes de enero, con el objetivo de que las autoridades municipales dieran seguimiento a los casos más graves y resolvieran de manera prioritaria la falta de este servicio básico, pero las acciones han brillado por su ausencia.
Así, este problema, que se arrastra desde administraciones pasadas, además de generar descontento social, pone en riesgo la vida de cientos de familias pues existen comunidades que suman a la falta de agua, condiciones de insalubridad generadas por la falta de una red de drenaje.
Hartazgo social
La falta de agua ha sido también un detonador del hartazgo social. Un claro ejemplo de esta situación han sido las acciones de protesta emprendidas por habitantes de colonia Crescencio Sánchez Damián, comunidad donde desde hace 6 años se sufre desabasto del vital líquido.
A través de marchas, mítines y cierres de vialidades, los más de 2 mil habitantes que conforman esta colonia han alzado la voz para exigir una solución a la escasez de agua en sus hogares.
Y es que a pesar de que los más 200 lotes que conforman la colonia ya cuentan con sus tomas de agua y su papeleo en regla, hasta el día hoy siguen sin tener el servicio; es decir, existe la red de agua potable pero no cae por lo que los habitantes viven en condiciones insalubres, expuestos a enfermedades gastrointestinales, infecciones de la piel y en los ojos.
Indignada, manoteando en el aire, Gloria Ramos Centeno, habitante de la colonia Crescencio Sánchez Damián aseguró que es un verdadero calvario y una injusticia padecer falta de agua."Necesitamos soluciones reales no apoyos a medias.Ya cumplimos con nuestra parte, ya pagamos las tomas de agua con un costo de más de 2 mil pesos, ahora, ¿por qué el gobierno municipal no cumple? ¿Dónde está el trabajo y los resultados?"
Héctor Javier álvarez Ortiz, diputado federal y dirigente del Movimiento Antorchista en la zona noroeste del Estado de México, consideró que el desabasto de agua en todo el municipio se ha vuelto junto con la delincuencia uno de los problemas más graves y delicados en Nicolás Romero; sin embargo, aseguró que la actual administración encabezada por la priista Angelina Carreño no ha mostrado interés alguno en combatir de manera integral esta situación.
"Gobierno superado por el crecimiento de la población": Arturo Nava Alanís
Para Arturo Nava Alanís, décimo segundo regidor de Nicolás Romero, el problema de la contaminación del agua es una situación que ha devastado parte de los recursos naturales del municipio, en específico, los ríos y ojos de agua que años atrás proveían del vital líquido a muchos ciudadanos sin problema alguno, agudizando de esta manera el desabasto de agua.
Acodado sobre su escritorio, el funcionario desestimó las cifras oficiales las cuales señalan que el 90 por ciento de los hogares cuenta con cobertura y detalló que "sin temor a equivocarme, por lo menos el 30 por ciento de la población sufre problemas de desabasto de agua".
En entrevista para Buzos, Nava Alanís reconoció que para las autoridades municipales en turno "el abastecimiento de agua potable no es una prioridad", pues aseguró que "hay temas más importantes".
Ante la pregunta, de ¿quién tiene mayor responsabilidad en esta problemática? Nava Alanís explicó que se trata de una responsabilidad compartida entre el gobierno y la ciudadanía pues reconoció que la actual administración se ha visto superada por el rápido crecimiento de la población que cada vez demanda más servicios.Actualmente Nicolás Romero cuenta con más de 500 mil habitantes.
"La clave; diagnosticar": José Joel Carrillo Rivera
Actualmente el agua potable para Nicolás Romero es suministrada por dos fuentes: la Comisión del Agua del Estado de México; y de 26 pozos profundos y 17 tanques de almacenamiento localizados en el municipio; además de que por su ubicación geográfica se encuentra rodeado de cuerpos de agua como ríos, acuíferos y presas; condiciones que parecerían ideales para que el suministro de agua potable fuera el menor de los problemas, sin embargo, no es así.
Para José Joel Carrillo Rivera, Investigador titular del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta contradicción se resume de una forma muy simple: falta de diagnóstico. Para el académico, cualquier territorio, aun estando rodeado de agua necesita un diagnóstico claro de las problemáticas que frenan el adecuado abasto del vital líquido.Para ello, asegura, debe existir la asesoría de especialistas en el tema, así como la colaboración entre universidades y gobierno que permitan establecer soluciones integrales y determinen desde medidas de impacto ambiental hasta los procesos adecuados para la sustracción y distribución del agua.
En entrevista, el también Maestro en Ciencias en Hidrogeología por la Universidad de Londres, detalló que cualquier tipo de solución queda corta ante la ineficacia gubernamental, pues explicó que muchas veces no se trata de un problema de escasez de agua sino de falta de conocimiento por parte de los gobiernos acerca de los procesos del agua así como de su cuidado.
Asimismo, detalló que cuando a una familia se le niega el agua no solo se le obstaculiza un servicio básico sino que se viola su derecho a la vida."¿Cómo sobrevives sin agua? Es fundamental para cualquier actividad cotidiana.El consumo básico y mínimo diario de una persona es de 200 litros y si no se cumple con ello, algo está fallando".
De esta forma, con un gobierno municipal enfocado a evadir las necesidades de la gente, la cobertura de los servicios básicos se ha vuelto un tema irrelevante para los intereses oficiales; el abastecimiento de agua, como parte del derecho fundamental a la vida no se procura por quienes, en teoría, deberían defender los intereses de la ciudadanía.
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