México no aparecerá en la evaluación de la prueba Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, por sus siglas en inglés (PISA), realizada a estudiantes de 15 años y que sirve para medir de manera internacional el conocimiento de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta prueba se realiza cada tres años y los resultados dan una idea de qué tan preparado está el sistema educativo de un país para “los desafíos de la vida real y el éxito futuro”, según sus exponentes.
El último informe (2022) señala que el estado de la educación en todos los países sufrió un retroceso significativo, entre otros factores, por el impacto de la pandemia. Los conocimientos en Matemáticas cayeron 15 puntos y otros 10 puntos en Comprensión lectora, respecto a la edición de 2018. Dentro de ese ranking, México fue el tercer país peor evaluado en Comprensión lectora y Matemáticas y el país con peor puntuación en Ciencia. De acuerdo a esos resultados, apenas el 34% de los estudiantes mexicanos, alcanzó el nivel mínimo en Matemáticas y Comprensión Lectora, la puntuación más baja desde 2006.
Situación que ya se venía venir y que muchos aseguraron, pero para la que el gobierno no ha logrado siquiera visualizar y proponer medidas para solucionarlas; así, la educación en vez de ser apoyada, ha venido sufriendo grandes estragos, pues desde que se implementó el cierre de las Escuelas de Tiempo Completo y el cambio de libros, la educación sufrió una crisis.
Y es que no estamos hablando de corrupción, no estamos hablando de quién se lleva o no dinero, estamos hablando de resultados que debiera tener el gobierno, pero que no responde, pues esta prueba tendría que ser un parámetro para que los gobiernos entiendan en dónde se tiene que poner más empeño, cuáles deberían ser las estrategias a realizar, pero, sobre todo, cómo se encuentra el nivel académico.
O no se quiere ver la realidad o se quiere esconder la verdadera situación. Hoy por hoy es necesario medir el nivel educativo, medir las capacidades de los mexicanos frente a otras naciones, no es solo el argumento de “tener una educación sin ideologías”, sino de aplicar conocimientos de ciencias exactas que ayudan a razonar y a reflexionar, pero esto parece no importarle al gobierno; hoy estamos en una crisis educativa severa, donde los estudiantes de secundaria no tienen la capacidad de leer de manera corrida, donde los estudiantes de preparatoria no saben resolver una ecuación o se les dificulta; y cuya responsabilidad no es completamente de la pandemia que azotó a la humanidad en general.
Quien no quiera no quiera ver su realidad, no estará nunca dispuesto a transformarla; los mexicanos conocen de raíz lo que pasa en las aulas y qué se les enseñan a nuestros hijos; hace falta una verdadera Secretaría de Educación Pública, que garantice el nivel educativo, infraestructura educativa, pero, sobre todo, que garantice un pueblo bien educado y preparado para el futuro.
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