Con motivo del Primer Informe de Gobierno del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, el pasado sábado se llevó a cabo el acto protocolario de rendición de cuentas de la administración estatal.
En su cumplimiento de informar, el gobernador externó que su llegada al poder ha sido con el compromiso de elevar a Querétaro al “siguiente nivel”, pero además con la convicción de lograrlo mediante la reconciliación y enfatizó que se debe ganar en las elecciones con unos, pero se debe gobernar para todos.
Y destacó valores como el de mirar hacia arriba, sintiendo a los de abajo; ver lejos, pero sin dejar de ver a los de a lado, justificó además la integración de su gabinete con profesionales que cuentan con estudios y experiencia, todos con integridad, compromiso y eficiencia honrada.
También mencionó que elevar a Querétaro implica que a todos les vaya bien; e incluso se ampliaron programas sociales para los más humildes, dentro de los que incluyó el empleo formal.
Pero en la realidad, algunos de estos hechos son difíciles de notar puesto que la población no ha logrado ver un cambio en su forma de vida; son pocas las tierras tecnificadas de los verdaderos campesinos; pocos logran acceder a los programas sociales por los tramites digitales tan engorrosos o que no se dan a conocer a toda la población; además la violencia e inseguridad ha incrementado en los últimos años, y los problemas del transporte público persisten.
El verdadero problema de todo esto, es que la mencionada eficiencia honrada, de la que habla el gobernador, que tienen todos los funcionarios, no aplica para todos ellos; algunos, como en tiempos de la monarquía, sintiéndose dueños del poder gracias a la divinidad y no a la población, hacen oídos sordos a las necesidades de los queretanos.
Sin duda, un ejemplo de ello, es el vocal ejecutivo de la CEA, que en vez de resolver la falta de agua potable de la población queretana y sobre todo asumir los compromisos que la paraestatal firmó con la población de Cadereyta, organizada en el Movimiento Antorchista, para dotar a las familias de la zona serrana del vital líquido, los ignoró; provocando una manifestación por medio de un plantón en Plaza de Armas.
O el secretario de Desarrollo Agropecuario (SEDEA), Rosendo Anaya, que desde que ha sido presidente municipal de Amealco y hasta ahora, en las reiteradas ocasiones que los antorchistas han solicitado una entrevista con él, para asuntos que tiene que ver con su responsabilidad como servidor público, también las ha ignorado. ¿No que su gabinete es de lo mejor, con integridad, compromiso y honradez.
Si como dijo el gobernador en su informe de gobierno, se quiere llevar al estado al siguiente nivel, de verdad debe mirar a las masas desprotegidas y atender sus necesidades prioritarias, sus funcionarios deben atender y resolver las demandas del pueblo organizado y necesitado, pues para eso fueron puestos en el cargo.
Y a propósito de este primer informe, los antorchistas confían nuevamente en la palabra del gobernador, en que de verdad habrá agua potable para los campesinos de Cadereyta y que se tomará en cuenta a todos, ricos y pobres, para llevar a Querétaro al siguiente nivel; y eso será con una sola fórmula: luchar contra la pobreza y no contra los pobres, así como lo ha hecho el Movimiento Antorchista Nacional durante ya 48 años.
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