Miguel Barbosa Huerta, es un político experredista, que se sacó la lotería al alzarse como gobernador de Puebla por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que es un instituto hecho como el monstruo del Dr. Frankenstein en la novela de Mary Shelley: con retazos y desperdicios sociales.
Veamos algo de su trayectoria. Fue perredista de 1994 hasta 2017, ocupó cargos como diputado y senador de este partido, así que gracias a ello vivió del presupuesto público por más de 20 años. En las elecciones de 2010, Barbosa pactó con Rafael Moreno Valle para que el PAN ganara y él recibiera favores gubernamentales.
Antes Barbosa odiaba a AMLO, prueba de ello son sus dichos del 9 de junio de 2015: “La soberbia de Andrés Manuel López Obrador es infinita. El PRD nunca será cabús de nadie, el PRD debe transformarse, y si no lo hace, sin duda que su destino será la extinción. Morena no es un partido nuevo, ¿cómo lo va a ser con rostro como el de Andrés López Obrador?”. Pero lo que dijo se le olvidó y dos años más tarde Barbosa dejó al PRD y se pasó a Morena donde le regalaron una gubernatura.
Él fue de los perfiles que necesitaba el supuesto nuevo Morena y junto con otros políticos cumplió los requisitos para ingresar al invento de AMLO, por eso habla con confianza y naturalidad de ellos. El pasado 6 de mayo, Barbosa reconoció que Morena tuvo que haberse consolidado en 2018, pero no pudo, y lo que más causó estruendo fue que afirmó que ese partido “está lleno de malhechores que se reparten y venden candidaturas”.
Pero dijo más: “si Morena está dividida es porque no sabe qué hacer con un partido político, no sabe hacia dónde va”. El poblano tiene razón, a cerca de cuatro años de la administración federal aún no se logra saber en qué consiste la transformación, más bien, es una serie de ocurrencias de López Obrador, que junto con los programas sociales marea a un buen número de mexicanos, cosa que también pasa en Puebla.
El poblano hace estas declaraciones casi entrado el proceso electoral de 2024 y, por tanto, se encendieron las alertas en el partido porque no reconoce a la dirigencia de Morena en la entidad: “Yo con ellos no jalo”, dijo, porque “todos responden a opiniones e instrucciones de grupos nacionales”.
Esto no es algo nuevo, son conocidos en todo el país los múltiples problemas que se generaron una vez que llegó al poder envuelto en una serie de escándalos, como la aún sospechosa caída del helicóptero donde viajaban la electa gobernadora Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, que según lo dijo “fueron castigados por Dios por haberle robado la elección”.
Lo cierto es que muchos políticos se refugiaron como ratas asustadas cuando se hundía el barco de los partidos del PRIANRD, y fueron recibidos con condecoraciones en Morena cuando AMLO los eligió sin importar que en muchos casos estuvieran acusados de corrupción y abusos de poder.
Barbosa fue uno de los cayeron en la gracia del presidente y ya en funciones, desde Casa Aguayo, se ha evidenciado como represor en contra de todo aquel que no comulgue con sus ideas o exija sus derechos ciudadanos.
Los antorchistas somos testigos de su actuar ante la gestión de obras y apoyos sociales, ha satanizado y perseguido a los solicitantes quienes han justificado sus necesidades sin obtener nada.
Barbosa Huerta no quiere aceptar el fracaso de su gobierno, en los hechos está traicionando a los poblanos que le dieron la confianza para lograr un verdadero cambio; ellos esperaban la realización de obras públicas para beneficio comunitario: canchas deportivas, auditorios donde se practique el deporte y la cultura y en cambio les ha respondido con acciones criminales inaceptables.
Puebla no es la única entidad que sufre el castigo de ‘los guindas’, en otras entidades los ciudadanos se han dado cuenta de que los políticos de la Cuarta Transformación superaron con mucho a los del pasado que tanto criticaban; son represores, corruptos, soberbios, no hacen obras, no dan apoyos, ellos acusan y dictan sentencia a sus oponentes políticos y los estados que gobiernan están rebasados por la inseguridad sin que tengan los medios para proteger a la población indefensa, tal como pasa en Zacatecas.
Y por eso preocupan las afirmaciones del gobernador Barbosa, porque no se trata del discurso de cualquier persona, son de una figura central de la 4T que retrata lo que todo mundo sabe: Morena ha fracasado como proyecto, sin embargo, con los programas sociales ha difundido la idea de progreso a cambio de la destrucción de la democracia que tanto dijeron defender, ha envilecido a la misma presidencia de la república desde donde se señala quién es el villano del día al que hay que atacar. ¡Que conste, lo dijo el gobernador Barbosa¡
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