Chetumal, Quintana Roo.- El faraónico proyecto mexicano del Tren Maya genera problemas ambientales, jurídicos, sociales y hasta económicos, pero de manera inmediata provocará el aceleramiento en la desaparición de lenguas indígenas, principalmente la maya, que fenece ante la modernidad y la falta de apoyo al rescate de nuestra cultura ancestral, afirmó Juan Carlos Pool Contreras, vocero del Movimiento Antorchista en Quintana Roo.
En su afán por realizar a como dé lugar y al costo que sea, lo que han llamado la obra del sexenio de la 4T, el presidente López Obrador impulsa aún contra su política de autoridad la construcción del Tren Maya, en la que son invertidos más de 150 mil millones de pesos y que afectará incalculablemente a la selva maya, sus poblaciones y sus costumbres.
"Para justificar el ecocidio y la desaparición de los pueblos indígenas, el gobierno federal dice impulsar el desarrollo regional y consolida el turismo como una prioridad nacional en la región del Mundo Maya, integrada por los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán”.
"Hay una real preocupación de muchos expertos sobre los impactos ambientales que el Tren Maya dejará a su paso pues atravesará 15 áreas naturales protegidas donde se conserva la biodiversidad, los paisajes y sus procesos ecológicos esenciales, además de garantizar la supervivencia de alrededor de 40 especies en situación de peligro o amenaza", dijo.
Desde la perspectiva social y étnica, el megaproyecto ferroviario también tendrá sus incidencias en al menos 82 comunidades indígenas, y no debe permitirse –agregó Pool Contreras-, que en aras de una política de modernidad e impulso al turismo se atente contra la lengua de nuestros ancestros, una de las más ricas ancestralmente como la maya, pues según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Península de Yucatán perdió, en los últimos años, 22 mil 862 mayahablantes. El mayor número fue en Yucatán, seguido de Quintana Roo y finalmente Campeche.
Lamentable es que con el objetivo de impulsar el fortalecimiento de la región Mundo Maya, a través de estrategias y acciones orientadas al desarrollo turístico sustentable, con la participación de los sectores público y privado e incorporando a las comunidades locales, también se encuentren en peligro mayahabltantes de los países vecinos centroamericanos, herederos también del legado de esa civilización prehispánica.
"No se debe permitir la desaparición de la lengua maya, herencia ancestral, pues a pesar de ser la segunda lengua con el mayor número de hablantes en México, la maya es la única que registra una disminución en la cantidad de personas que la utilizan como forma de comunicación", explicó.
Los datos del INEGI –detalló-, explican que de 795 mil 499 personas que había en 2010 y que eran parlantes mayas, quedan solamente 774 mil 755, es decir, 20 mil 744 menos.
En contraste, el náhuatl, primera lengua a nivel nacional, ganó 65 mil 074 nuevos practicantes; el mixteco, 30 mil 555; el zapoteco, 30 mil 150; el tzeltal, 114 mil 846; mientras que el tzotzil sumó 121 mil 106 nuevos adeptos.
Del total de mayahablantes que quedan en México, el 98.68% (764 mil 587) vive en la Península de Yucatán. La mayoría es yucateca: 519 mil 167, una pérdida de 18 mil 451 personas; otros 174 mil 817 son quintanarroenses, una baja de tres mil 162; mientras 70 mil 603 son campechanos, una disminución de mil 249 personas.
Pool Contreras apoyo la propuesta de que la lengua maya ddebe ser prioridad en las escuelas, tal y como lo plantea la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA). Sabemos que preparan una propuesta que será entregada al Congreso del Estado, que permita dar cumplimiento a la Ley General de Derechos Lingüísticos, creada desde 2003.
"Así como en los niveles de primaria y secundaria se implementó la enseñanza del idioma inglés, con mayor razón se debe impulsar, formalizar y hacer obligatoria la enseñanza de la lengua maya y así lograr su preservación", dijo.
"El gobierno federal tiene que tomar medidas para evitar este daño a la lengua maya, tiene que proteger a esa población sin privarla de los beneficios de la modernización, algo que hasta el momento ha sido difícil de lograr pues el progreso es la principal causante de la pérdida de nuestra cultura&rdquo, concluyó Pool Contreras.
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