Una práctica en el ejercicio del poder de funcionarios menores de la actual administración municipal de San Luis Potosí para atender los agudos problemas de urbanismo y falta de servicios que sufren a diario los habitantes de la zona metropolitana, es adoptar la política del avestruz –igual como esas aves terrestres que ante los problemas o peligros a que se enfrentan, esconden la cabeza en la tierra y dejan al descubierto sus traseras partes para evadir, artificialmente, sus conflictos– para no escuchar ni atender las demandas ciudadanas muy elementales, como el surtimiento con pipas de agua (el caso de Escalerillas, Pozuelos y más, donde sus habitantes no cuentan con el servicio de agua entubada), alumbrado público, drenajes, pavimentaciones, entre otras peticiones, seguridad pública en comunidades y colonias marginadas de la capital.
Los problemas de urbanismo en la capital potosina no son nuevos, pero en las últimas dos décadas se han incrementado debido a la acelerada inmigración de nuevos miles de potosinos que han abandonado sus lugares de origen de la zona rural en la entidad, para establecerse en la ciudad y trabajar en la zona industrial debido al desarrollo exponencial de la industria automotriz que demanda, día con día, más mano de obra y se requiere dar condiciones mínimas de hábitat a los nuevos trabajadores que llegan a la ciudad.
“Los problemas de las familias proletarias que viven en el campo, ahora se deben resolver en la ciudad”, explicaba hace más de una década el doctor Abel Pérez Zamorano, académico, egresado de la London School of Economics de Inglaterra, en una conferencia magistral que expuso a alumnos de la Facultad de Economía de la UASLP, a la cual asistí, y comentaba que con la imposición de los intereses capitalistas neoliberales de México, EE. UU. y Canadá, con su firma del TLC, se desencadenaría la descapitalización e inversión del campo mexicano, y millones de mexicanos que trabajaban en el agro emigrarían a las ciudades a falta de recursos para trabajar sus tierras, y por la sustracción de apoyos de los gobiernos a los campesinos. Verdad absoluta.
Hoy la producción en el campo mexicano está por los suelos, los mexicanos no somos capaces de producir suficiente maíz y frijol que es la dieta básica de los más pobres en el país. El campo está en el abandono, y en los últimos años peor debido a que el gobierno de la 4T retiró prácticamente los pocos apoyos que se tenían con los que denomima gobiernos neoliberales.
Ahora, los problemas de marginación y pobreza se concentran en los centros urbanos, como lo es la capital potosina ¿Y cómo atienden las autoridades los agudos problemas de urbanismo, de hábitat adecuado y digno para las nuevas familias proletarias que incrementan la mancha urbana? No hay respuesta. La negativa como solución o el gastado argumento. ¿Quién los obliga a vivir así en predios irregulares y sin servicios?
Ante la falta auxilio y apoyo para que las familias obreras tengan un hábitat decoroso y digno por parte de las autoridades; miles de potosinos viven en la periferia de la ciudad, en verdaderos cinturones de miseria donde se carece de lo más elemental, como lo es la vivienda digna, agua potable, drenaje, alumbrado público, calles pavimentadas y seguridad pública.
Según datos de la delegación de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), existe una gran demanda de vivienda en la ciudad de San Luis Potosí, con un déficit de 27 mil viviendas, y los peticionarios de vivienda no tienen acceso a ella porque sus salarios son muy raquíticos y es imposible su adquisición de inmuebles, dado que los más económicos tienen un precio que oscilan entre los 500 mil y 1 millón y medio de pesos. Por ello, miles de potosinos viven en colonias y comunidades marginadas, que según datos del Coneval. Aún hay 3, 651 viviendas que tienen pisos de tierra, 3, 281 casas no tienen drenaje y 5, 349, no cuentan con agua entubada en sus domicilios. Viven a oscuras, sin el servicio de recolección de basura y seguridad pública.
Desde inicios de la gestión de la actual administración municipal, mis compañeros del Movimiento Antorchista entregaron un pliego petitorio a los funcionarios del Ayuntamiento, en el cual dan a conocer los agudos problemas de abasto de agua, drenaje, calles sin pavimentar y entre otras carencias; falta de alumbrado público que padecen miles de potosinos en sus abandonadas colonias y comunidades; sin embargo, funcionarios menores, solo ofrecen como solución la negativa, y últimamente los reciben con las puertas cerradas en la Unidad Administrativa Municipal y con la presencia de la policía amenazante, listos para reprimir a los ciudadanos que acuden a pedir respuesta a sus demandas.
La realidad de miseria y abandono en que viven miles de potosinos no se puede ocultar u omitir, sólo porque nuestras autoridades la nieguen; ni se puede seguir con la política del avestruz. A nombre de mis compañeros antorchistas y de miles de potosinos que piden ser escuchados por la máxima autoridad municipal, desean que la actual administración, sea congruente con su lema de la Ciudad del Sí, y que sí escuche y atienda a los miles de potosinos que demandan atención y respuesta a sus demandas. De parte un servidor y de mis compañeros, no nos cansaremos en seguir insistiendo hasta que se haga realidad el Derecho Constitucional de Audiencia y de Petición.
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