Tulum, Quintana Roo. Mientras doña Porfiria borda uno de sus huipiles, dentro de la antigua palapa de madera que habita en el poblado de Canul, Sahcab Mucuy, piensa cómo es que va a enfrentar cualquier problema de salud, en ella y su familia, si el presidente, Andrés Manuel López Obrador eliminó el Seguro Popular que a ella le beneficiaba.
Con ese temor y ese cuestionamiento vive esta ama de casa, de origen maya, en medio de la pandemia de covid-19 y la crisis sanitaria por la que se quedó sin empleo.Sostenía su economía con trabajo en el sector turístico que tiene todas sus actividades suspendidas.
"Si nos llegamos a enfermar, cómo le vamos a hacer, cómo nos vamos a curar, sobre todo ahora que, con el gobierno de la 4T, nos quitaron el Seguro Popular y otros programas que en verdad sí nos ayudaban bastante para salir de nuestras apuraciones", señaló.
Ella y su familia viven en un lugar privilegiado, pero a la vez retirado paraíso maya en el municipio de Tulum, donde se encuentra la comunidad de Sahcab Mucuy, de no más de mil habitantes, donde la mayoría hablan su idioma original, el maya.
Ahí se aprecia una belleza peculiar, se respirar paz y tranquilidad generada por la hospitalidad y amabilidad de sus autoridades locales y de sus habitantes, en general.Pero también se nota la carencia de servicios de todo tipo, que hacen la diferencia entre una vida llena de preocupaciones y de angustia, y de una vida llena de tranquilidad, paz y de satisfacción plena.
En la comunidad de Sahcab Mucuy, ubicada a 15 kilómetros de la poco visitada y enigmática zona arqueológica de Cobá, vive doña Porfiria Dzib Canul, quien, junto con su familia, de siete integrantes, habita una antigua palapa de madera, bajareques y techo de guano.
Ella expresó que desde que inició la contingencia sanitaria provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y debido a que la mayoría de los centros turísticos y de centros de trabajo urbanos cerraron, se han mantenido en la comunidad por miedo de ser contagiados.
Debido a lo anterior, la señora Porfiria actualmente ha iniciado una actividad económica productiva, consistente en la elaboración y bordado de trajes típicos llamados "huipiles", palabra que proviene del vocablo náhuatl que significa "mi tapado".
A pesar de lo bello y llamativo de sus bordados, la señora no puede dar a conocer sus creaciones artesanales ni tampoco lograr su venta para obtener un ingreso económico que le permita cubrir algunos gastos del sustento familiar, en estos aciagos tiempos en los cuales no se ha dejado sentir el apoyo prometido por la actual administración federal, encabezada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario