El día de hoy, con estás modestas líneas, quiero referirme a mis compañeros antorchistas, siempre combativos y aguerridos, del municipio de Minatitlán, Colima, encabezados por su dirigente, Olga Martínez Reyes. Los cuales, en virtud de este proceso electoral que se avecina, han sido objeto de difamaciones y calumnias por parte de los políticos que hoy, dicen tener el remedio a todas las necesidades que los minatitlenses padecen, y que, cuando tuvieron la oportunidad de gobernar, en puras promesas se les iba el tiempo.
Pero hoy, no me quiero ocupar de ellos, pues sus ataques solo confirman, que los Antorchistas van trabajando por buen camino, que la gente cree en los resultados y el esfuerzo que sus líderes han puesto en favor de cientos de familias humildes, y que, ese mismo esfuerzo y trabajo, les ha dado a los antorchistas de Minatitlán, la oportunidad de contar hoy con una voz que los defenderá dentro del cabildo, y que velará por sus intereses.
Pues como dice el dicho popular; nadie le da de garrotazos a una víbora muerta. Y los antorchistas han dado muestra de que están más vivos que nunca.
Pero, a lo que sí me quiero referir es a los resultados en favor de cientos de minatitlenses, que ha traído la lucha organizada del pueblo con Antorcha. Logros que se erigen como prueba irrefutable de la calumnia y la mentira. Veamos.
Una de las principales demandas que el Movimiento Antorchistas colimense ha enarbolado en el estado, es el problema de la falta de vivienda, pues, son miles los colimenses que no tienen ni un pedazo de tierra en donde construir su vivienda, derecho que el mismo gobierno les ha negado, pues, el Artículo 4 de la Constitución menciona, que, “toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Aunque parece, que a todos los gobiernos se les ha olvidado que, exigirles vivienda no es un lujo, si no una necesidad de miles de colimenses, y que, por lo tanto, ellos tienen que crear los mecanismos necesarios para que la gente pueda tener acceso a ella.
Haciendo uso de este derecho constitucional, los antorchistas de Minatitlán, lograron en el año 2015, la creación de un proyecto de vivienda al cual llamaron: colonia Aquiles Córdova Morán, donde, alrededor de 100 familias tuvieron, después de muchos años, un terreno en donde edificar lo que sería su hogar.
Sin embargo, la tarea no ha sido fácil, pues, hasta el día de hoy, siguen luchando para que se le introduzcan los servicios básicos a su colonia. Y no han tenido otro remedio, más que organizarse para exigir que se les resuelvan esos servicios tan elementales.
Los antorchistas sabemos que el camino que hemos recorrido durante estos años no ha sido sencillo. Nuestra organización nació para educar y organizar a la clase trabajadora, hacerla consiente de su realidad y que sepa que es posible transformarla, y en Minatitlán, los logros en materia de vivienda con la creación de una colonia lo demuestran. Sin olvidar los cientos de cuartos adicionales que también fueron gestionados. Así como las despensas, el fertilizante y alambre para los campesinos, el empleo temporal, y todo lo que se hace en beneficio de la gente.
Por lo tanto, el pueblo de Minatitlán no debe dejarse engañar por políticos que se han servido del poder por muchos años, esos políticos que hoy temen que el pueblo pueda gobernar y tomar decisiones en beneficios de todos. El momento de Antorcha en Minatitlán ha llegado, y el trabajo de muchos años en favor de la gente nos respalda.
Decía Miguel de Cervantes en su obra Don Quijote de la Mancha: “cada uno es hijo de sus obras”, y las obras de Antorcha hablan por sí solas; sabemos lo que padece el pueblo porque somos nacidos del pueblo. Sabemos que no será fácil el camino, pero ya Don Quijote lo decía, después de haber sido apaleado brutalmente por unos mercaderes por defender sus ideas y enfrentar las dificultades: “se tenía por dichoso, pareciéndole que aquella era propia desgracia de los caballeros andantes”. Así los antorchistas, las desgracias y acusaciones gratuitas en nuestra contra, sólo son parte de lo que nos toca por defender al pueblo.
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