Chetumal, Quintana Roo. – El comportamiento de la inflación no solo refleja una recuperación difícil, como advierten analistas en economía. Sino que pone en evidencia, una vez más, las propias debilidades y distorsiones de la economía mexicana, a tal magnitud que al día de hoy 52 millones de mexicanos no pueden comprar la canasta básica, un mal que podría aplazarse si el Gobierno federal, en lugar de discursos, pusiera empeño para contener el alza de precios y de paso impulsar el desarrollo de la economía, compromisos que le ha quedado a deber a los mexicanos, manifestó Daniel Osorio García, líder del antorchismo quintanarroense.
El líder social coincidió con la Coparmex al afirmar “que la inflación es el cáncer de la economía y debe controlarse porque afecta más a las personas de menores ingresos”, asimismo, expuso que en México, luego de varias generaciones, los hijos de los trabajadores ahora difícilmente podrán alcanzar el mismo nivel de vida que tenían sus abuelos o sus propios padres, por lo que lamentó que 40.3 % de la población vivan en pobreza laboral, según la cifras del Coneval.
Son millones de personas ocupadas –sostuvo--, los que perciben ingresos por debajo del valor de la línea de la pobreza por ingresos, sin embargo, en los cuatro años al frente del Poder Ejecutivo, la 4T tampoco ha implementado medidas emergentes para proteger a los trabajadores y a sus familias del flagelo de la pobreza.
Osorio García, detalló, que los alimentos que más han aumentado de precio, destacan el aceite, la tortilla, el aguacate, los chiles, y el tomate verde; el huevo y la carne entre los productos de primera necesidad. De acuerdo con el Inegi, la inflación rebasa durante el cuarto mes del año el 7,68%, su mayor nivel en dos décadas.
La pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es, sin lugar a dudas, consecuencia de la pandemia, pero también del nulo apoyo del Gobierno federal hacia los micros, pequeñas y medianas empresas, pues al inicio de la pandemia se pensó que López Obrador emprendería acciones para ayudar a soportar la carga a los empresarios, pero no fue así.
“El Presidente López Obrador, prefirió regalar dinero a raudales, sin ton ni son, en su afán por conservar su popularidad y el apoyo de los ciudadanos que, en respaldar acciones de rescate al salario, por ende, del poder adquisitivo de los trabajadores y sus familiares. Hoy los bolsillos de los mexicanos están en bancarrota, dijo.
El líder antorchista, aseveró que en las colonias más pobres es donde se padece más esta situación y, pese al llamado de auxilio de la ciudadanía a las distintas autoridades, pero como siempre, solo promesas incumplidas, a los más pobres no se les otorgó nada. “Algo se tiene que hacer para frenar esta escalada a la baja del salario de los ciudadanos, porque ellos no son los culpables de la situación económica que enfrenta el país; el Gobierno tiene la obligación de garantizarles un nivel de vida digno”, asestó.
Por último, exhortó al pueblo a organizarse, pues solo así las cosas podrán mejorar si están unidos y organizados para enfrentar el problema. Por tal razón, en Antorcha, trabaja y lucha para mejorar las condiciones de vida de los que menos tienen, por ello, los trabajadores en general y todos los ciudadanos que viven de su trabajo y que, a su vez, son la fuerza de trabajo que mantiene viva la económica del país deben sumarse a la lucha para asegurarle un mejor futuro a sus descendientes.
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