Estamos cuatro meses de realizarse las elecciones intermedias, uno de los comicios más grades en la historia de nuestro país, en donde se elegirán 15 gubernaturas, se renovará el Congreso de la Unión, diputados locales y presidentes municipales. En este contexto se han conformado dos grupos de partidos o alianzas principales, el integrado por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con el Partido Encuentro Solidario (PES), esta coalición se ha denominado “Juntos Hacemos Historia”; por otro lado está la coalición denominada “Va por México” integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Parte también del contexto previo a esta elección es la mayoría en el Congreso de la Unión por parte de los diputados de Morena, esto ha hecho posible la aprobación sin modificaciones de todas las iniciativas propuestas por el titular de Poder Ejecutivo, entre las que destaca la extinción de dominio, la prisión preventiva oficiosa, desaparición de los fideicomisos, los recortes presupuestales a estados y municipios, la Reforma Eléctrica etc. Estos cambios al ponerlos en práctica han dado malos resultados, generando inconformidad y la necesidad de limitar el poder de Morena, por la vía democrática de las elecciones, por la misma vía por la que llegaron, esta necesidad de cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso en alguna medida explica la formación de la coalición Va por México, para estar en mejores condiciones de quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados a Morena y corregir el rumbo equivocado por el que lleva al país la llamada 4T. La coalición Juntos Hacemos Historia busca consolidarse en el poder para llevar a fondo los planteamientos de la 4T, “nacionalistas” y “enemigos” declarados del neoliberalismo, a decir de ellos mismos.
El proceso para el nombramiento de candidatos de la coalición Va por México se ha caracterizado por la designación de varios cartuchos quemados, dinosaurios e impresentables porque están plenamente identificados con una forma de gobierno ineficaz en el crecimiento económico, en la distribución equitativa de la riqueza, generaron desempleo, bajos salarios y aumento de la pobreza del pueblo, representan el pasado ya repudiado y derrotado en las elecciones de 2018. No presentan un proyecto claro y preciso para remediar las principales carencias del pueblo trabajador y parecen no darse cuenta que esto representa una grave debilidad en el trabajo por reconquistar el apoyo de los electores.
En cuanto a la coalición Juntos Hacemos Historia, encabezada por el partido de Morena, han tenido una intensa lucha interna para nombrar a los candidatos, al grado que los inconformes que no salieron favorecidos debido al influyentísimo en favor de los amigos, sin valorar adecuadamente los méritos de los aspirantes, tomaron las instalaciones nacionales del partido; otros inconformes se cambiaron de partido, el resultando de este proceso fue el nombramiento de varios candidatos, siendo uno de los casos más destacados el candidato a la gubernatura del estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, el cual tiene procesos penales en su contra, acusado de violador, ente la protesta de varios sectores, entre ellos los medios de comunicación, salió en su defensa el presidente de la República con su célebre frase de: “ya chole” con las protestas. Esta coalición también se caracteriza por la falta de un proyecto mejor al presentado hasta ahora y el cual ha dado fatales resultados porque tiene al país sumido en una de las peores económicas, de inseguridad y sanitarias.
Los temas principales de la polarizada polémica mediática entre las dos coaliciones en la actualidad son la reforma eléctrica, combate a la corrupción y el uso electoral de la vacunación contra la covid-19. Estas campañas mediáticas se distinguen por las declaraciones radicales entre las coaliciones opositoras, descalificaciones por haber incurrido en actos de corrupción y otros delitos, sin seguir los procesos legales ante las instancias judiciales correspondientes, limitándose en la mayoría de los casos a la denuncia en los medios masivos de comunicación. Brillan por su ausencia las propuestas viables para hacerle frente a la crisis aguda por la que atraviesa el país, no hay un programa claro para conseguir una mejor distribución de la riqueza, por medio del crecimiento económico que permita la generación de empleos para todos los mexicanos en edad de trabajar, con buenos salarios que permitan disminuir los niveles de pobreza existentes en nuestro país.
Ante estos hechos el pueblo trabajador debe exigirle a los partidos políticos y sus candidatos a los diferentes puestos, tengan un programa claro para resolver las principales carencias de este pueblo y estar preparado con la suficiente fuerza organizativa para cuando estos candidatos estén después del triunfo en las elecciones, ejerciendo el poder, para hacerlos cumplir el programa de gobierno en favor de las mayorías; el pueblo no debe quedarse cruzado de brazos, pasivo, ante el incumplimiento de las promesas de campañas de los candidatos. Sólo con la participación organizada y activa del pueblo se podrá conseguir un mejor país para todos.
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