Mientras llega la hora de que pongan a un presidente que realmente enarbole y defienda los intereses de los mexicanos, sobre todo aquellos que viven en pobreza y pobreza extrema, es necesario tener claro en qué consistiría un verdadero cambio del actual modelo económico.
En este sentido, el secretario general del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, ha sido muy claro y concreto: a) Trabajo para todos los que tengan la edad y quieran trabajar, b) Salario suficiente que alcance para satisfacer todas las necesidades que el hombre tiene en alimentación, salud, vivienda y educación. d) El pago progresivo de impuestos; que page más quien más gana, y d) Redistribución del gasto social; que se invierta más recursos públicos ahí donde más se necesita: en las colonias marginadas y comunidades rurales principalmente.
Los cuatro ejes mencionados, en nada se parecen al combate a la corrupción o a las ayudas directas que se le ocurrieron a Andrés Manuel López Obrador. Nos queda claro que la implementación de estos programas, de manera discriminatoria, es solo para hacer proselitismo político y condicionar su entrega de recursos públicos a un sector social que consideran exclusivo. La política social de la 4T no tiene la finalidad de superar la pobreza y la marginación, sino perpetuarla.
Pero las famosas ayudas directas no son nuevas. Hay datos que señalan que se intensificó la implementación estos programas desde mediados de la década de 1980; es decir, hace aproximadamente 40 años. Pero desde entonces a la fecha, la cantidad de pobres ha venido creciendo exponencialmente.
¿De dónde saca López Obrador que ahora sí está ayudando a los pobres a superar su difícil situación? Una vez más, ante la falta de resultados que realmente beneficie a la mayoría de la gente más desprotegida, es imprescindible para su gobierno, que la propaganda masiva en los medios de comunicación, hagan su trabajo: convencer a la mayoría de la población de que realmente se les esta ayudando, cuando queda claro para todos los que lo quieran ver, que este tipo de política social, desde su aparición hace ya aproximadamente 40 años y hasta la fecha, no ha sacado a una sola familia de la pobreza.
¿Qué el gobierno de la 4T es neoliberal? ¡De eso no hay duda! Y la prueba contundente es cuando vemos a quién realmente beneficiará de manera permanente, una vez concluidas, las mega obras que se propuso hacer, sin hacer el menor caso a cualquier cuestionamiento o mandato que se le interponga, así provenga este del mismo Poder Judicial de la Federación. Los mexicanos que están creyendo o creyeron que esta Cuarta Transformación sería en su beneficio, en el ocaso de sus vidas no han utilizado un avión como medio de transporte, no tienen los recursos suficientes que les permita usar un tren pasajero que les traslade a disfrutar unas merecidas vacaciones las playas del sureste mexicano, solo se pueden imaginar cómo sería un viaje en un taxi aéreo como los que se presume darán servicio en el AIFA. Esta gente ¿con base en qué cree que va a ser directamente beneficiada por la compra de una refinería en el extranjero y la construcción de otra en territorio nacional, con el acondicionamiento de un aeropuerto militar para convertirlo en internacional, pero sin vuelos internacionales, o la construcción del tren maya?
En el mejor de los casos seguirán utilizando el trasporte tradicional para trasladarse de la Ciudad de México a Toluca, simplemente porque el uso del tren interurbano CDMX-Toluca, que también presume la 4T, está fuera de su presupuesto diario. Es neoliberal, cuando vemos que para hacer posible las construcciones que están en proceso, se tuvieron que desaparecer fideicomisos, programas y apoyos que habían venido evolucionando desde hace más de 40 años hasta prácticamente hacerse institucionales, es decir que no fueran bandera del presidente en turno para entregar las raquíticas ayudas hechas exprofeso para contener la inquietud que la gente tiene para supera su pobreza de manera definitiva (DIF, Conasupo, Progresa, Prospera, etc.).
Lo que realmente ha impulsado la 4T, desde la presidencia de la república, ha sido en detrimento de quienes dijo iba a representar. Son muchos los estropicios que se han hecho a los trabajadores. Esta es la lista y sumando:
Supresión del Seguro Popular, de las guarderías para hijos de trabajadoras y los comedores comunitarios; eliminación del FONDEN y de los fideicomisos para proyectos transexenales de varías instituciones; los recortes salariales de la burocracia que ganaba más que el presidente; la ley de extinción de dominio; la ley que equipara el fraude fiscal con el crimen organizado; el absurdo e inconstitucional aumento de los delitos que ameritan prisión preventiva; la escasez de fármacos por cambios apresurados en los métodos de adquisición anteriores; la falta de insumos y de equipo de protección adecuado para el personal de salud ante la contingencia de covid-19; la negativa a adquirir y aplicar pruebas para detectar los contagios, padres y madres de niños con cáncer acusados de conspiradores; junto con el movimiento feminista; movimiento de protesta de quienes se quedaron sin medicinas en el IMSS; movimiento de los ambientalistas contra daños ecológicos del Tren Maya; los desplazados de sus ejidos y comunidades por la violencia del crimen organizado; los médicos despedidos que fueron contratados por la emergencia de la covid-19; los periodistas acusados y satanizados por el presidente; los investigadores del CIDE acusados y perseguidos por corrupción; los estudiantes que defienden la democracia y la autonomía de sus instituciones.
Gracias a la aplicación de esta política neoliberal es posible la construcción de obras faraónicas en nuestro país; comprometer y sacrificar el bienestar de la gran mayoría de los mexicanos a cambio de beneficiar a grandes inversionistas afines al gobierno en turno. Que conste.
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