Andrés Manuel López Obrador, quién ganó la presidencia con los votos de más de 30 millones de mexicanos, quienes vienes en él la esperanza de mejorar las condiciones de los más pobres, poco o nada ha correspondido a esta expectativa, el tiempo trascurre y en la actualidad son peores las condiciones de vida en que se encuentra sumido el país.

Son varias las asignaturas pendientes, una de ellas es la educación, basta echar un vistazo a quienes han sido sus secretarios de Educación. Recordemos que la SEP es una de las diecinueve secretarías que conforman el gabinete del Gobierno federal y que, sin duda, es una de las prioridades que todo gobierno debe tener porque le educación es un motor generador de cambio; sin embargo, se ha dejado ver el desprecio que tiene el gobierno que encabeza López Obrador para con uno de los sectores importantes que debería ser base para alcanzar un desarrollo en nuestro país, como lo es la educación. Revisando a los tres secretarios que han pasado por la SEP, solo la han utilizado como trampolín para buscar colocarse en un mejor puesto. 

La organización Mexicanos Primero analizó el perfil de las personas que han estado a cargo de la SEP, en sus más de 100 años de existencia, y los resultados son determinantes. “Solo el 9.5 por ciento (de los secretarios) ha tenido experiencia en educación básica. Así de bajo es el porcentaje, el 57 por ciento han sido personajes con trayectoria política o en la burocracia política”, señala Jeny Farías, directora de Proyectos y Operaciones de esta asociación civil.

Y en lo que va del sexenio, el primer secretario, Esteban Moctezuma Barragán (2018 - 2021), quien renunció para irse a la embajada de México en Estados Unidos; le siguió la ilustre maestra Delfina Gómez Álvarez  (2021 - 2022) que cuenta con una cartera de denuncias en su contra cuando fue presidenta municipal de Texcoco, pero ahora competirá, por segunda ocasión, por la gubernatura del Estado de México, a quién no le importó dejar al sector educativo en una crisis como consecuencia de la pandemia. 

Según la organización México Evalúa, en colaboración con el Tecnológico de Monterrey, estimó que medio millón de estudiantes abandonaron la escuela.  La mayor disminución la presentó el nivel preescolar, cuya matrícula se redujo un 13 por ciento, seguida de la educación media superior (7 por ciento); primaria (4 por ciento); secundaria (3 por ciento), y superior (1 por ciento).

Y finalmente, la actual secretaria Leticia Ramírez, que no tiene mayor mérito que ser incondicional del presidente, ya que, por currículo, según ella misma lo declaró, se desempeñó entre el año 2000 y 2012, como coordinadora de Atención Ciudadana en el Gobierno de la Ciudad de México; pasó entre 2013 y 2018, a ser asesora en la Secretaría de Medio Ambiente de la administración capitalina. 

Por último, de 2018 a 2022 fungió como encargada del módulo de Atención Ciudadana en la Presidencia de la República, como podemos darnos cuenta nada que ver con el sector educativo, pues a pesar de ser maestra de educación primaria por la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, desde hace más de 22 años no ha desempeñado esa profesión.

Esta es la cereza del pastel, y aquí está verdaderamente la pobreza franciscana en la SEP federal, pues sus funcionarios sólo han agudizado la problemática de la educación en nuestro país. El gobierno de López Obrador no le ha puesto atención a las niñas y los niños, ni se garantiza el derecho a aprender de alumnos, y estos cambios de titular en la SEP demuestran que la educación no es una prioridad para el presidente y que los exsecretarios solo buscan un mejor puesto dentro de la política mexicana a costa de dejar mayor pobreza franciscana en los millones de estudiantes del país.