El Paquete Económico 2022 que se acaba de aprobar, es expresión del sistema neoliberal que existe en nuestro país, y que la 4T defiende a capa y espada. El pasado 14 de noviembre se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, después de 4 días de discusión en el Congreso de la Unión que, en su mayoría, fue sordo a toda propuesta y servil a la voluntad de Andrés Manuel López Obrador. Le dieron la espalda al pueblo, que es al único que debieran reconocer y servir, pues distribuyeron los recursos de éste, y estaban obligados a atender las necesidades de la mayoría de los mexicanos, pero no lo hicieron.
¿Por qué el PEF 2022 es neoliberal?
El neoliberalismo en México se instauró durante el gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, pero con mayor rudeza se ven sus efectos estos tres años que lleva la 4T gobernando. Su rasgo principal consiste en que el estado deja de aplicar los recursos que administra del pueblo, en beneficio de éste. Por eso reduce el gasto en educación, vivienda, salud, apoyos al campo, pensiones, infraestructura en general, apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, etc. Teniendo como resultado, con el ascenso de la 4T, que los pobres en nuestro país han aumentado en 3.8 millones de mexicanos, de 2018 a 2020.
Lo que hemos vivido estos tres años de gobierno de la 4T, reafirma su carácter neoliberal, solo por mencionar algunos ejemplos: la falta de medicinas para niños con cáncer y el desabasto general de medicamentos en centros de salud y hospitales; el poco apoyo en equipo a médicos para atender la pandemia de Covid-19, lo que nos llevó a ocupar el primer lugar mundial en personal médico fallecido; la falta de apoyos al campo; la eliminación de guarderías y comedores comunitarios; la eliminación del seguro popular; la reducción de escuelas de tiempo completo; la falta de obras de infraestructura a lo largo y ancho del país, etc.
Otro rasgo de este gobierno de la 4T es que, en lugar de instrumentar una reforma fiscal para aumentar impuestos a los que más ganan y se enriquecen a costa de los trabajadores mexicanos; mejor castiga a los sectores populares con falta de obras de infraestructura, servicios básicos y apoyos a las Mipymes. Si hiciera una reforma fiscal progresiva, dispondría de más ingresos para el gasto público y no endeudaría a México. El PEF 2022 contempla una deuda por otros 880 mil millones de pesos. AMLO a los más ricos no los toca ni con el pétalo de una rosa.
México está entre los países con un gasto público bajo, ocupa el lugar 111 de 190 países del ranking de gasto público respecto al PIB. En 2020 le destinó el 29.10%, mientras que en América otros países se ubicaron por arriba, por citar algunos: Argentina con el 38.33% de su PIB, Brasil 42.74%, Venezuela 37.7%, Bolivia 36.07% y Ecuador 36.37%. Y las naciones que AMLO pregona imitar como Dinamarca, su gasto público fue del 53.90% del PIB, Noruega 58.1% y Suecia 52.9%. A Morena no le interesa atender las necesidades de los mexicanos, solo busca mantener el poder político para su beneficio.
Nuestra economía está formada por el 99.8% de Mipymes, generan 4 de cada 10 empleos en México (Censo Económico 2019, Inegi). Y son las grandes perdedoras con la crisis económica por la pandemia. En el PEF 2022 aprobaron una reducción a la Secretaría de Economía por 2,951.7 millones de pesos, desapareciendo los Programas de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares y el de Microcréditos para el Bienestar. En contraparte le destinan el 60% de la inversión a las mega obras de AMLO: Tren Maya, Corredor Interoceánico, Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía. ¿No que primero los pobres?
Al gobierno no le interesa la prosperidad de la población. La reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE-2021) señala que de los 37.8 millones de trabajadores en el país, 8 millones ganan un salario mínimo ($3,690.00 al mes); 16 millones ganan 2 salarios mínimos ($7,380.00), 5 millones ganan 3 salarios mínimos; 6 millones ganan de 3 a 5 salarios mínimos y solo 816,326 personas ganan más de 5 salarios mínimos. Esto refleja el nivel de vida tan deplorable de los trabajadores.
El PEF 2022 retrocede en el gasto de inversión. En 2014-2016 éste fue del 5.4% del PIB y para el próximo año será del 3.5% del PIB. También en salud y educación el presupuesto se queda limitado. Para salud se necesitan dos puntos de gasto adicional del PIB y para educación otro punto, para llegar a los niveles del 2016. (Alejandra Macías, directora de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria CIEP). Aunque se destina más a salud, los programas de Prevención y Control de Enfermedades y de Servicios de Guardería tienen poco incremento. Tampoco se ubicaron recursos para las vacunas a niños y jóvenes contra covid-19.
Para educación y ciencia lo asignado evidencia el desprecio de la 4T a la formación de los mexicanos. Educación, de cada 100 pesos del gasto solo recibirá 16 y ciencia nada más 1 peso (México ¿cómo vamos?). También los programas de vivienda tendrán una reducción del 32% respecto a 2021. Mientras a PEMEX, que parece un barril sin fondo, le destinan 685 mil millones de pesos. Pero opera con pérdidas y de forma improductiva, pues en 2020 presentó subejercicio por más de 100 mil millones de pesos. Además, la 4T está endeudando al país; la deuda pública a julio de 2021 es de 12.5 billones de pesos y a diciembre de 2018 era de 10.5 billones.
La salida a este panorama desolador en lo económico y político para los mexicanos, es que el pueblo se organice y eduque políticamente, como lo ha planteado el Movimiento Antorchista desde hace 47 años. Debemos disminuir la desigualdad social, mediante una mejor distribución de la riqueza nacional. Para eso, el gobierno debe hacer que paguen más impuestos los ricos, aplicar el gasto público en beneficio de las mayorías, generar más fuentes de empleo y con mejores salarios. La Cuarta Transformación no debe gobernar solo para los ricos y entregar transferencias monetarias para asegurar votos que los mantengan en el poder. Eso es corrupción.
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