Wences, compañero querido: Hace ya 29 años que te despediste de nosotros y pasaste a vivir para siempre en nuestro cerebro y en nuestro corazón.Estamos todavía defendiendo la trinchera en la que nos dejaste, no hemos renunciado, sólo que ahora combatimos con más denuedo que antes gracias a tu ejemplo, no seríamos, pues, lo que somos, sin tu vida.Hoy te recordamos y decimos, gracias a ti: "Y cuando llegue el día del último viaje y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo, ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar".Vale.
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