En días pasados llegamos a los 42 grados de temperatura en Hermosillo, nuevo récord histórico, esto de acuerdo a los datos de Conagua. Para los sonorenses y todos aquellos que no lo somos pero que desde hace varios años hemos decidido residir en este bello estado, no nos sorprenden estas altas temperaturas, solo expresamos comentarios como, "se nos adelantaron los calores", "se anunció una fuerza temporada de calor", entre otras, lo que si no teníamos previsto es que afectará fuerte y directamente en los bolsillos de los más humildes, por el alto consumo de energía en primavera verano, incrementándose en un 200% o más, que se reflejará en el elevado monto a pagar en el próximo recibo de la luz, que llega a los hogares de manera mensual o bimestral, que no esperará y hay que pagarlo puntualmente, situación complicada, debido a que durante esta contingencia muchos jefes o jefas de familia perdieron su empleo, dejaron de laborar temporalmente o están trabajando con el 50% de su salario.
Por otra parte, el subsidio gubernamental actual es muy bajo, apoya con el 3.7% del total a pagar. La población total económicamente activa en Sonora, en el cuarto trimestre del año 2020 alcanzó la cifra total de 1,478,717 de esta población, el 45.4 % trabaja en la informalidad laboral, 665,422 trabajadores sin prestaciones ni seguridad social, la tasa de desempleo alcanzó el 4.9% que representa a 72,783 desempleados y el promedio mensual de ingreso salarial es de 5,987 pesos. Con estos datos oficiales, que siempre sabemos que distan de los reales nos muestran un panorama tétrico para la clase trabajadora en nuestro estado, situación que se ha complicado por la contingencia sanitaria.
Con esto podemos afirmar que una inmensa cantidad de familias sonorenses no tienen condiciones para enfrentar el intenso calor que se ve venir en los próximos meses, los factores como: la mala calidad de la vivienda en decenas de colonias y ejidos, el no contar con recursos para poder adquirir ventiladores, minisplit, cooler, etcétera, y el alto gasto de energía que se genera al mes o bimestre para poder mantener encendidos todos esos aparatos, provocará que los hogares humildes padezcan fuertes estragos de calor.
Estamos hablando de la población vulnerable por carencias sociales que es del 30.6 por ciento, de la población en situación de pobreza moderada hasta antes de la pandemia, porque ahora es mucho más grave con 29.9 por ciento, la población vulnerable por ingresos, es decir que no le alcanza su salario para cubrir sus necesidades básicas es equivalente al 8.24, situación que la pandemia vino a duplicar o triplicar. Por eso, el costo de un servicio básico como es la electricidad es un número significativo de familias de bajos ingresos se vuelve impagable, el subsidio gubernamental es raquítico e insuficiente en un recibo de 923.97 pesos de cobro mensual de consumo de temporada baja, pues el subsidio del gobierno es de 35.71 pesos, que representa un 3.7%.
Esto es vergonzoso para un gobierno que dijo y sigue diciendo que es la esperanza de México, pero en los hechos se demuestra que no somos primeros los pobres ni la esperanza de los mexicanos. Nuestras riquezas naturales son bastas y alcanzaría para brindarle a cada hogar, pequeño o grande negocio; suficiente energía a bajo costo, con calidad, renovable y limpia, ahí está la alta potencialidad que nos ofrecen nuestros ríos, mares, desiertos y montañas que podemos aprovechar para generar todo tipo de energía que necesitamos los mexicanos, con nuevas tecnologías, mismas que se podrían hacer con inversión privada y pública, pero desgraciadamente no es así.
La mayoría de los mexicanos sabemos que los graves errores económicos y políticos se han cometido y se están cometiendo en este sector, está claro que es una empresa que no permite decisiones rupestres y acciones improvisadas, se requiere entonces poner un colegiado de hombres y mujeres conocedoras de la materia, que los hay para hacerla altamente productiva y que sirva realmente a los que más lo necesitan.
La electricidad en México es un servicio caro y de mala calidad. Hasta ahora no vemos una nueva política pública del Gobierno Federal, que realmente beneficie a los consumidores de energía de uso doméstico. El subsidio, los hogares humildes están ínfimos que se convierten en una burla, eso es lo que pasa con el subsidio de los hogares sonorenses con el consumo de energía en primavera verano. Es momento de comprender el fenómeno y actuar sobre él para corregirlo; una de las formas es juntarnos todos los que solicitamos el subsidio porque lo necesitamos debido a que los ingresos semanales de los salarios no nos permiten cubrir el gasto de energía eléctrica mensual o bimestral, organizarnos y luchar ante las oficinas encargadas de atender este problema social, que sea competente para resolver.
Compañeros antorchistas, hasta ahora, independientemente el nivel de gobierno y partido que emane, no hay un plan nacional, Estatal o municipal de energía, donde se distribuya el gasto social, priorizando al sector que menos tiene, incluyendo el servicio de la electricidad. Todos hablan de los sectores vulnerables sólo en momentos electorales para atraer a la tensión y arrancarles con discursos dulces a los pobres su voto, pero pasando las elecciones no aterrizan en hechos concretos esos discursos melosos y prometedores los candidatos actuales deberían de ser una propuesta concreta con porcentajes precisos del subsidio de energía a los hogares más humildes y de las familias vulnerables, ese debería de ser un compromiso de campaña. Ahí dejamos la tarea, a ver quién toma el reto y si nadie lo hace lo volveremos a retomar los antorchistas y convocaremos a los humildes endeudados a dar la lucha para lograr un buen subsidio que realmente nos beneficie. Quedamos al pendiente compañeros.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario