Para nadie es desconocido que el desarrollo de las grandes ciudades, así como de los grandes centros turísticos del país traen consigo también grandes cinturones de miseria en las mismas; lo podemos ver en Cancún, Quintana Roo, Acapulco, Guerrero, Veracruz, Veracruz, Huatulco, Oaxaca y Bahía de Banderas, donde se encuentra La Riviera nayarita; lo común en estos lugares, aparte de ser turísticos, es que en ellos se pueden ver grandes asentamientos populares, donde se carece de drenaje, de agua potable, energía eléctrica, y en general de los servicios básicos, y donde siempre se presenta la especulación de los terrenos para vivienda provocada por la alta demanda de la gente que llega en busca de trabajo.
Esta situación se ve en Bahía de Banderas.Llama la atención que en plena contingencia sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, y cuando Nayarit se encuentra entre los seis estados en semáforo en rojo, es decir, cuando se está presentando el mayor número de contagios, llama la atención, repito, que el Gobierno estatal, en coordinación con el federal y municipal, respaldándose en la fuerza pública, estén ejecutando desalojos de personas que "invadieron" casas o terrenos de particulares.
Esto demuestra la gran insensibilidad de las autoridades, porque mientras en otros países se está apoyando a su gente para enfrentar la covid-19, aquí se le niega al pueblo trabajador, al pueblo que sostiene a este país, los apoyos en alimentos y en efectivo, obligándolo a salir a la calle, para no morirse de hambre en su hogar, a que busque trabajo cuando no lo hay, provocando que aumenten los contagios y muertes.Esa es la realidad.
Y ahora, abusando del poder, haciendo a un lado todos los problemas verdaderamente graves que afectan a los nayaritas, como son el desempleo (en Nayarit ya suman 45 mil desempleados en el sector turístico a causa de la covid-19), así como la falta de alimentos y la estrategia gubernamental para hacerle frente a la pandemia, y si esto no fuera poco, se le suma el desalojo por parte del Gobierno, dejando en la calle a familias humildes.Esto se llama sevicia contra el pueblo.
Cuando deberían de estar más atentos en los problemas de la gente y resolverlos es cuando más los agravan.Esgrimiendo la defensa del derecho de empresarios y particulares, pisotean los derechos a la vivienda, salud y alimentación de los ciudadanos pobres.
En el caso de la carencia de vivienda, que es otro de los graves problemas que más lastiman al mexicano, vemos que tampoco aquí el Gobierno tiene una política pública que permita y brinde todas las facilidades para que cualquier mexicano pueda adquirirla.Por lo general cuando alguien busca una casa o un terreno en el Estado o en los municipios, le sueltan un rosario de requisitos que provocan que el interesado desista en su afán de adquirir un patrimonio.El otro problema al que se enfrenta el carente de casa, es que las viviendas que ofertan son chicas, las llamadas pichoneras, de mala calidad y muy caras, con pocas facilidades de pago.Entonces, como vemos, adquirir una vivienda es muy difícil.
Por eso han nacido las "invasiones" de casas y predios abandonados, lo acepte o no el sistema, pero esa es la verdad.La gente pobre se une para defenderse, para conseguir un pedazo de tierra donde pueda construir su hogar para meter a sus hijos.Y, mientras el Gobierno no respete el derecho a la vivienda y se den las facilidades para adquiera una, se seguirán viendo esos fenómenos sociales.
En Antorcha tenemos un problema de un asentamiento irregular, ubicado a un lado del fraccionamiento Valle Marlín, uno de los dos fraccionamientos desalojados en esta semana en Bahía de Banderas y nos ha llegado el rumor de que ahora se prepara un desalojo en contra de nuestros compañeros humildes.
Al respecto quiero aclarar primero que Antorcha no promovió esta invasión, ni promueve invasiones, decidimos encabezar la lucha de estas 60 familias ahí asentadas, después de ver que son familias humildes que realmente tienen necesidad de una casa.Lo primero que hicimos fue solicitar por escrito en marzo de este año al Gobierno del Estado, vivienda para este grupo de familias.Y hasta la fecha no hay una contestación.También es importante señalar que la dirigencia estatal de Antorcha platicó el problema con el Subsecretario General de Gobierno, a quien se le expuso que la gente está dispuesta a pagar el terreno, que lo que se pide es facilidad de pagos, que se ayude a negociar el terreno con el banco, o en su caso, la disposición de salirse del predio, siempre y cuando que se reubiquen a las familias ahí asentadas.
Como podemos ver la situación se pone difícil, ya están las amenazas de desalojo contra más familias humildes, está claro que el Gobierno de Nayarit busca el desalojo, le es indiferente la problemática social de estas familias.A la gente le debe de quedar claro que es un abuso de poder del Estado lo que estamos viendo en Bahía de Banderas, es cebarse sobre los más pobres en plena contingencia sanitaria, olvidándose del derecho a la vivienda.A la gente le asiste la razón, y no hay duda que la lucha seguirá, que no dejaremos de insistir en que el pueblo merece vivir bien, dignamente, y que ganaremos esta lucha, como muchas otras más que ya hemos conquistado, cueste lo que cueste.
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