Expertos señalan que la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 dejará graves secuelas en la economía del país y según reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los estragos por la pandemia y las medidas de confinamiento ocasionaron la pérdida de 12.5 millones de empleos en México tan solo durante el mes de abril.Por otra parte, de acuerdo con los resultados de la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), la población ocupada en el país bajó de 55.7 millones en marzo de este año, a 45.4 millones en abril.Así lo constató el propio subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, quien afirmó que en abril se perdieron 2.1 millones de empleos formales versus 10.4 millones de informales, es decir se perdió más empleo informal que formal.
Los datos son "aterradores", ante ese panorama recuperar la actividad económica es una exigencia ineludible que el Presidente Andrés Manuel López Obrador cree logrará con la puesta en marcha de obras fastuosas, como la del Tren Maya que este fin de semana inauguró en la península de Yucatán.Sin embargo, son palpables las condiciones adversas que enfrenta el país, hay un desplome en todos los aspectos económicos que se traduce incluso en el decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, que es de nulo crecimiento y que impactará negativamente en el desarrollo del país.Otros más pronostican, como el banco de inversión JPMorgan, que la economía mexicana registrará un desplome de 15.5 por ciento en el PIB anual del segundo trimestre, incorporando el impacto económico de las medidas para limitar el contagio del coronavirus SARS-CoV-2 y el efecto de la caída en la demanda de productos desde Estados Unidos.
Estos pronósticos aseguran que el actuar del Presidente terminará por arrastrar a la actividad económica en su conjunto para alcanzar una contracción de 1.8 por ciento en 2020.O sea, la situación se complicará para todos, claro está, menos para los que más tienen, los ricos, los amigos de López Obrador.
No cabe duda que a López Obrador le urgía zafarse de su obligación de atender las demandas de millones de mexicanos que enfrentan serios problemas por el desempleo y el hambre que atraviesan, más porque no existe interés de su gobierno para emprender acciones para llevar ayuda y solucionar las carencias de víveres, de alimento y empleos.Para el Presidente fue más fácil decretar la "nueva normalidad" que invertir recursos económicos para los más de 90 millones de pobres que aún siguen esperando la ayuda prometida.
Ahora bien, aunque casi todo el país se mantiene en "semáforo rojo", es decir, en alerta por el alto nivel de contagios, el Presidente de México inició la "nueva normalidad", por "recomendaciones de los especialistas", y permitió el reinicio de labores en industrias automotrices, mineras y empresas de construcción, sectores que se consideran actividades esenciales.Esto causó gran preocupación porque a los trabajadores no se les está garantizando la protección requerida para evitar los contagios en pleno pico de la pandemia y la solución tampoco está en decir que si hay rebrote en la nueva normalidad, "daremos marcha atrás", como lo afirma el presidente de la 4T.
La pésima política económica del gobierno de López Obrador, su torpeza o desconocimiento de la economía, ha sido objeto de burlas y memes.Ante esa situación, es evidente que el Gobierno no tiene como prioridad resolver los problemas de la mayoría de la población, por el contrario, sus problemas son ignorados y son marginados socialmente.
En Quintana Roo, la crisis también está afectando gravemente.El sector turístico, la principal fuente de ingresos para más de 700 mil trabajadores directos e indirectos, está siendo golpeado fuertemente, pues la crisis sanitaria está ocasionando efectos negativos.Así podemos darnos cuenta de la hecatombe que tendrán que enfrentar los quintanarroenses, sobre todo los más humildes y que se encuentran en graves problemas.A estas alturas, miles de personas claman por ayuda alimentaria porque viven al día, ven con mucha preocupación la situación pues ya no saben qué hacer.Han estado encerrados por casi tres meses, han denunciado la falta de apoyos, el hambre que padecen y la necesidad que tienen de salir a buscar trabajo para llevar el alimento a casa, aunque con ello corran el riesgo de contagiarse de coronavirus SARS-CoV-2 pero la 4T hace oídos sordos a la petición.
En estos momentos, el alimento es lo que hace falta en las mesas de millones de mexicanos humildes, por eso Antorcha seguirá exigiendo a López Obrador que implemente un Plana Nacional de distribución de alimentos para mitigar el hambre de los que hoy sufren.También es necesario que ante este negro panorama que afecta, no solo a los antorchistas sino a todos los ciudadanos de este país, nos organicemos en un frente común que tenga como objetivo cambiar, por la vía democrática, a los que hoy dirigen el país, pues de seguir así, las consecuencias serán muy graves.Los pobres cada quien por su lado, somos polvo que fácilmente se lo lleva el viento, pero si nos organizamos, seremos una roca sólida, capaz de golpear fuertemente a la cabeza del enemigo.El Movimiento Antorchista los invita a que seamos roca y juntos, derrotemos al enemigo que hoy nos asecha.
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