No es nuevo que la política del presidente de México Andrés Manuel López Obrador haga menos, no resuelva, tenga otros datos, no vea y no oiga los reclamos y demandas populares del pueblo mexicano; para el señor presidente todo va bien, y todo aquel que se atreva a llevarle la contraria con datos, pruebas fehacientes de lo que pasa y de lo que se ocupa, simplemente lo tacha de conservador, de estar en contra de la “transformación”, de sectario, de corrupto, entre otras lindezas.
Hace unos días, todos nos enteramos a través de los medios de comunicación que nuevamente el país se cimbró por la ola de crímenes en diversos puntos del país. Para poner dos ejemplos está el ocurrido en León, Guanajuato, el caso de Milagros Monserrat, quien fue asesinada con toda saña el 10 de agosto día que, por cierto, era de su cumpleaños, tal caso tiene indignado a todo el país a pesar de la detención del asesino. El otro caso es la desaparición de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, el pasado 12 de agosto y aún no se confirma plenamente si todavía se encuentran con vida, siguen las investigaciones para ver el móvil de la desaparición.
Ante este panorama y estos dos ejemplos, el presidente, muy en particular con el caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, dejó ver en la “mañanera” del 16 de agosto, que no le importa, o se hace de oídos sordos y de la vista gorda sobre lo que pasa en el país y de estos tipos de sucesos, ya que, en lugar de dar una respuesta clara y concisa a pregunta expresa de los reporteros sobre los cinco jóvenes, mejor se puso a bromear, seguido de su clásico “vámonos a desayunar” a manera de conclusión, López Obrador fue cuestionado por varios periodistas. “¡Jalisco!” “¡Lagos de Moreno!”, se escucha decir entre gritos. Sin embargo, hizo ademán de no poder escuchar y cerró con un chiste: “Ayer me decía un amigo, que dice que le decía su esposa ‘que me des 200 pesos para ir al mercado’, ‘no oigo, por acá por el otro’, ‘que me des 500 pesos para ir al mercado’, ‘mejor los 200”.
Ante este panorama, el presidente, muy en particular con el caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, dejó ver en la “mañanera” del 16 de agosto, que no le importa, o se hace de oídos sordos y de la vista gorda sobre lo que pasa en el país y de estos tipos de sucesos
Como todos sabemos el presidente tiene todos los medios a su disposición para enterarse de lo que sucede en el país. El presidente sabe perfectamente que hacen falta medicamentos, médicos, especialistas, enfermeras, clínicas, hospitales y equipo especializado para poder atender, intervenir quirúrgicamente a los pacientes que lo requieran; sabe que hace falta agua potable, drenaje, energía eléctrica, puentes caminos, pavimentaciones para los pueblos y colonias, sabe que faltan escuelas, y donde hay falta infraestructura como sanitarios, salones, salas de medios, canchas, domos, bibliotecas, comedores, maestros de danza, de música, de teatro, de cultura física, sabe que la canasta básica está por los aires que la mayoría de las familias pobres y en pobreza extrema no saben cómo llevar la comida a sus familias, sabe que el país está bañándose con sangre cada día con el incremento diario de los homicidios dolosos que superan con creces a los anteriores sexenios. Pero una cosa es que no oiga, no vea, o que se haga de oídos sordos y de la vista gorda ante los problemas del país.
Pero eso sí, anda metido al 100% en las “asambleas informativas”, que más bien es una campaña abierta de sus “corcholatas”, y echando gritos y sombrerazos a los del frente amplio.
Ya falta un año para que termine el gobierno de AMLO y no se ve para cuando las cosas mejoren para los mexicanos, lo que nos queda a los mexicanos es seguir educándonos políticamente, organizándonos en nuestros pueblos y colonias para luchar por una patria más justa y equitativa para todos. ¡Alto a los oídos sordos y a la vista gorda del gobierno de la 4T!
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