El analizar el fenómeno social de la pobreza servirá para conocer no solo el tamaño de su extensión y número de población afectada, sino para evaluar la acción estatal implementada para contener su crecimiento; solo así se estará en posibilidades de poder proponer programas y mecanismos que sirvan a este fin de manera puntual. Analistas sociales poco se han referido a las políticas públicas, su impacto y eficiencia.
Es difícil encontrar especialistas que le dediquen tiempo para analizar la poca incidencia que las políticas públicas tienen para solucionar los problemas de los pobres, en las que se debe reconsiderar una intervención social que ponga en marcha acciones locales y regionales que se ajusten a la situación concreta de los municipios y apuntalar las estrategias de sobrevivencia de las comunidades pobres, que aborden soluciones derivadas de necesidades reales. Esto es algo que involucra no sólo la acción estatal, sino la de aquellos con posibilidades de dar a conocer los rasgos específicos de la pobreza en un territorio concreto.
Es importante evaluar y diagnosticar, pero también se debe dar seguimiento a los beneficiarios de los programas sociales y no solo sustituirlos por otros diciendo que son mejores. Las ayudas gubernamentales sólo son una parte de los mecanismos aprovechados por los pobres para sobrevivir. Se deben analizar otros recursos, entre los cuales destaca el trabajo. Es necesario conocer cuáles son las condiciones del mercado de trabajo en la zona, y de qué manera éste es un factor para que los pobres sigan permaneciendo en la pobreza.
Las estrategias locales son importantes para evaluar la pobreza en concreto de cada municipio. Si las condiciones de trabajo están cambiando debido a los procesos de reestructuración, entonces el estudio de la familia, el hogar y los ciclos de vida deben ser tomados en cuenta, sobre todo en su relación con el trabajo formal y no formal. El trabajo informal, por cierto, permanece ausente en la literatura sobre la pobreza.
La fuerza de trabajo que permanece en el subempleo o en el empleo informal no sólo realiza tareas de muy bajo nivel de productividad, sino que además padece de bajas motivaciones, mala salud y hasta presiones por situaciones de injusticia debido a su vulnerabilidad. Se corre el riesgo de dejar de lado todos estos elementos cuando se miden solamente los índices de informalidad o subempleo usando métodos solo estadísticos.
Se hace necesario realizar estudios cualitativos y cuantitativos. Estos últimos pueden ayudar a comprender mejor los cambios en los niveles de pobreza, pero sobre todo favorecen el estudio del comportamiento de la estructura económica como un marco que dé perspectivas sobre la eficiencia y pertinencia de ciertas acciones a seguir en materia de atención al problema de la pobreza.
La situación económica no es lo único que se debe analizar. El poder político debe ser tomado en cuenta. Al hacerlo, se da uno cuenta que en todos los casos existe una fuerte relación entre los grupos que ostentan el poder político y aquéllos que poseen la mayoría de la riqueza, de entre los cuales emergen los técnicos, administradores y gobernantes.
La estructura política no está compuesta sólo por la elite que ostenta la riqueza local. En la actualidad los pobres mantienen relaciones clientelares con los partidos que ostentan el poder político local. El acceso a la propiedad de la tierra, a vivienda o el derecho a un trabajo, aun y cuando éste sea dentro de la informalidad, depende en muchos casos de este tipo de vínculos. Las relaciones partidistas clientelares son, un capital mucho más importante que los beneficios recibidos de programas gubernamentales.
La relación entre migración a las grandes urbes y pobreza es otro pendiente para el estudio de la pobreza. ¿De qué manera los migrantes actuales se insertan en la economía, la sociedad y la política? ¿Hasta qué grado la economía capitalista aprovecha el trabajo informal de albañiles, subempleados, vendedores ambulantes, empleadas domésticas, etc.? ¿Cómo impacta la migración al crecimiento urbano? Y, por otra parte, ¿con qué actitud social se recibe a los foráneos?
Buena parte de la población asentada en las ciudades son inmigrantes. Se debe definir qué trascendencia tienen las olas migratorias en el proceso de urbanización local; cuál es la relevancia de éstas en la conformación social y económica de la región. Se debe dar más atención al fenómeno migratorio internacional.
Se debe responder a la necesidad del estudio de la pobreza en nuestra región. Es necesaria, para la conformación de una infraestructura institucional que permita conocer y desarrollar investigaciones que brinden elementos para el estudio y la comparación en el tiempo y el espacio de este fenómeno social, con el fin de prevenirlo y tratar de erradicarlo. Sin el respaldo institucional (académico y gubernamental) difícilmente los estudios superarán la línea de los datos brutos. Hoy, la falta de coordinación y la ausencia de propuestas es lo que prevalece.
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