Estamos a días de que se celebre navidad y año nuevo en todos los hogares de México, el 24 de diciembre se festeja la noche buena, y como es costumbre, en estos días las familias creyentes optan por realizar una buena cena, intercambio de regalos, etc., en honor al festejo del nacimiento del niño Jesús; sin embargo, no todos pasarán una navidad y fin de año agradables, pues hay millones de mexicanos que no gozan de buena salud, que no cuentan con los servicios más básicos, que no tienen empleo, etc. En el estado de Chihuahua, de acuerdo a datos generados por el CONEVAL 2020, 952 mil 500 personas se encuentran en situación de pobreza, 110 mil 500 en rango de pobreza extrema, 919 mil 900 en categoría vulnerable por carencias sociales, y de estas carencias se distinguen las siguientes: 608 mil 100 carecen de rezago educativo, 641 mil 900 cuentan con carencia en accesos a los servicios de salud, 1 millón 271 mil 500 carece de acceso a la seguridad social, 226 mil 400 carecen de calidad y espacios en la vivienda, 182 mil 800 carecen de acceso a los servicios básicos en la vivienda, y, finalmente, 507 mil carecen de acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Para los trabajadores empleados de manera formal, es un ligero respiro saber que contarán con el aguinaldo, que por ley tiene que otorgar las empresas, sin embargo, de acuerdo a datos del mismo CONEVAL, en el 2020 en el estado de Chihuahua existían 632 mil 889 personas que realizan trabajos informales, lo que quiere decir que sus ingresos son oscilantes e inseguros. Lo que para algunos en estas fechas significa felicidad, fiesta, convivencia, vacaciones y viajes, para otros no existe navidad, ni viajes, ni si quiera descanso, ya que a los trabajadores formales si les toca trabajar en días festivos, tienen que asistir, o de lo contrario corre riesgo de despido, mientras los trabajadores informales, aunque no se autodespidan, tienen que trabajar por necesidad. Las desigualdades sociales son tan abismales, mientras hay familias que pueden darse todos los lujos del mundo en días festivos y no festivos, hay familias que todos los días se preguntan qué van a comer el siguiente día. ¿Pero por qué ocurre esto? Martha Harnecker en su libro ¿Qué es la sociedad? nos explica con cierto detalle las razones de por qué los obreros trabaja mucho y ganan poco, por qué el patrón no trabaja y gana mucho. Desmiente las declaraciones de los defensores de la clase poderosa, de que los ricos son ricos porque se lo ganaron con trabajo, sudor, esfuerzo y por haber apostado su dinero en un negocio del que no sabía si resultaría bueno, mientras los pobres son pobres porque no trabajan, porque toman mucho, porque son perezosos, porque no tienen ambiciones.
El problema de la pobreza de millones de mexicanos no se debe a su poco empeño trabajando, pues la clase trabajadora mexicana es de las más apreciadas en Estados Unidos, por ejemplo, pues realizan los trabajos pesados y sucios que no realizan los nativos de ese país. El problema de la pobreza en el país se debe a la mala distribución de la riqueza. Por un lado, una clase en el poder que mantiene un deseo exacerbado de ganancia y lucro mediante el trabajo del obrero, pues ya decía Marx, que la ganancia se genera solo y únicamente en el proceso del trabajo, es decir, en el proceso en que los hombres van y gastan sus energía fabricando cualquier mercancía de la que se trate. A los trabajadores no se les paga su trabajo, se les paga solo su fuerza de trabajo, lo que la clase en el poder considera que es necesario para que el obrero regrese al siguiente día con las fuerzas suficientes para volver a trabajar una jornada de 8 o más horas. ¿Pero ese salarios de los trabajadores alcanza para vivir bien? Como traté de dejar asentado en el primer párrafo con datos de organismos oficiales, todas esas carencias que padecemos los chihuahuenses se deben a que no hay trabajos, y los trabajos que hay son muy mal pagados. Así que las palabras de políticos y empresarios deseando buena navidad y buen año nuevo a los trabajadores no son más palabras hipócritas.
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