Quiero referirme a tres hechos que ilustran el título de estas líneas. El primero se refiere a la medida que les impuso, primeramente el INE y después el TRIFE, a los aspirantes a ser candidatos a la presidencia de la república por Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de la Ciudad de México; Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación; Marcelo Ebrard Casaubion, secretario de Relaciones Exteriores y el senador, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la JUCOPO del Senado de la República, de abstenerse de participar o promover eventos políticos que promuevan su imagen, por tanto hacer proselitismo político para su persona, ya que no estamos en tiempos políticos electorales como lo marca la ley en materia electoral, además de poner en desventaja a sus contrincantes.
Pero más tardaron las instituciones en resolver la prohibición, que los aludidos protestaron verbalmente, pero no solo eso, sino en los hechos han ignorado las sentencias de los organismos electorales llevando actos políticos donde promueven su persona, es decir desafiando y retando a las autoridades competentes, sabedores de que no pasara nada, actúan como si tuvieran red protectora.
Segundo caso; los escándalos mediáticos que involucran a Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, en los que la también protagonista Layda Sansores San Román, gobernadora de Campeche, ha dado a conocer audios que incriminan a Alito, este se amparó ante un juez federal para impedir que Layda siguiera difundiendo audios de su persona en su programa semanal. Pero más tardaron en tramitar el amparo, en que la gobernadora se pasara por el arco del triunfo dicha resolución, igualmente violando todo el Estado de derecho que digo hacer cumplir y cumplir cuando tomo protesta como titular del Gobierno estatal.
El tercer asunto, en mi opinión, es la joya de la corona, se refiere a la resolución de un juez federal, que otorgó un amparo definitivo para cancelar definitivamente los trabajos del famoso Tren Maya, en el sureste de México porque había afectación a la ecología, al medio ambiente y no se contaban con los permisos correspondientes, de tal suerte que todo parecía que se cancelaria lo relacionado a esta obra en el llamado tramo cinco, pero ¡oh sorpresa! En una de la conferencia de las mañaneras se anunció que la obra mencionada se le otorgaba el estatus interés y seguridad nacional, de esta manera no obliga al gobierno a tener los permisos y autorizaciones en materia ecológica ni ambiental, es decir una vil y descarada maniobra legaloide para seguir la obra faraónica del presidente de la república y así cumplir su capricho.
Así las cosas, con los que han dicho que nadie por encima de la ley. Lo antes señalado es solo un pálido ejemplo de lo que pasa a diario en nuestra querida república y se atreven a decir que no son iguales a sus antecesores, lo cierto es que la realidad nos dice que estos políticos y gobernantes de la cuarta transformación, solo defienden sus intereses particulares y de grupo, por tanto, si para lograr sus objetivos hay que violar la ley o hacerla a su medida lo harán, por tanto, los más perjudicados de esta política son los más pobres.
Prácticamente desde nuestro nacimiento como organización, sabemos que las leyes no son para hacer justicia a los que son afectados por los que no las cumplen, nada de eso las leyes se aplican a modo de favorecer a los dueños de este país y de este gobierno y una vez más queda demostrado con lo señalado arriba.
Por tanto, necesitamos denunciar este actuar y seguir trabajando para que más hombres y mujeres que quieran cambiar el sistema, lo logremos, tarea difícil pero no imposible.
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