El 17 de junio de 2019 fue la primera y única vez que los cuatro hijos de doña Herlinda Veracruz Cabrera fueron beneficiarios del programa de apoyo a discapacitados, pues bajo el argumento de que no necesitan el recurso, los servidores de la nación del municipio de Huitzilan del Serdán la eliminaron del padrón y no la han querido reintegrar, a pesar de conocer la situación económica tan difícil en la que se encuentra.
Doña Herlinda Veracruz, mujer huitzilteca de 45 años y hablante de la lengua náhuatl, es oriunda de la Cuarta Sección de la cabecera municipal; ha dedicado más de dos décadas al cuidado de sus hijos, el esfuerzo y la dedicación se reflejan en su figura delgada, pero fuerte. Su esposo ha sido un gran compañero, nos dice en entrevista; labora en el campo y su salario es de unos 100 pesos al día, aunque no siempre hay trabajo la semana completa; no sólo busca el sustento de su familia, es su gran apoyo en el cuidado de sus hijos.
Su familia está formada por siete hijos, cuatro de ellos tienen discapacidad y son adolescentes de entre 24 y 12 años. En 2018 los servidores de la nación pasaron a su hogar solicitando sus documentos para integrarla al programa, con la ilusión de apoyarse un poco con el recurso que da el Gobierno federal, entregó su documentación y para el 17 de junio le llegó el primer pago; sin embargo, para el 17 de agosto del mismo año ya no llegó su nombre en la lista de beneficiarios. El primer argumento para eliminarla fue “porque no necesita el recurso”, el segundo “porque ocupa el dinero para hacer fiestas”.
Nosotros no te estamos pidiendo papeles: Vicente Luna
Una vez que se entera doña Herlinda que ya no llegará el apoyo, buscó apoyo con los “servidores de la nación”, la respuesta fue desoladora.
“En octubre vinieron a traer papeles y me dijeron que tengo que ir allá (a las oficinas de los servidores de la nación); fui y le dije a Vicente Luna que ya traje mis papeles, dice que no, que después ellos me hablan, aparte no te estamos mandando a llamar, le digo: la verdad sí me da mucha pena porque fue Pablo a traer los papeles; yo los traje, pero dime si los quieres, si los van a inscribir o ya no; a parte, si no los ocupan mejor me los llevo. La segunda ocasión fue en el mes de febrero, me dijo una comadre mía: ya vente porque van a pasar tus papeles; yo como loca ahí los ando reuniendo y ordenando, como son cuatro, cuesta mucho. Les dije: ya les traje aquí mis papeles, me dijeron que los traiga, y dice Vicente Luna: no, nosotros no te estamos pidiendo papeles, a parte, si quieres déjalos, y yo los dejé. Ya la tercera vez, hace como medio año fui a Zacapoaxtla a investigar”, explicó.
En su visita a Zacapoaxtla pasó a la delegación de Bienestar para averiguar el motivo de su baja; ahí platicó con personal de la dependencia quien revisó su expediente y sólo le dijo que está dada de baja del programa porque no lo necesita.
El personal que la atendió en Zacapoaxtla la visitó en su casa, comprobaron que la situación es real, que su condición económica es difícil y que verdaderamente necesita el apoyo. Le explicaron que investigaron con los servidores de Huitzilan el motivo de su baja y dijeron que “yo ocupo el dinero de mis hijos para hacer fiestas”, también se dijo que sus documentos no están actualizados y hasta que el problema es porque ella está como representante de sus cuatro hijos. Sobre los documentos dijo que su credencial vence en 2024 y sobre el problema que nadie le dijo que no puede ser tutora de sus cuatro hijos.
“Ya mejor ni le movemos, le dije; ellos me dijeron que se iban a llevar mis papeles. Después de que ellos vinieron me habló un tal Polo, que por qué nos reportaste. Yo le dije que ya era hora de que lo dijera. Mucha gente viene y me pregunta cómo le hago, por qué me lo quitaron”, mencionó.
A pesar de que los funcionarios de Bienestar se llevaron sus documentos, a casi dos años no la han reincorporado y sólo ha recibido reclamos por denunciar lo ocurrido.
¡Yo no voté por ellos, los demás sí, pero estamos pagando todos!
-¿Cómo le hace para sacar adelante a sus niños?
“Haga mis bordados; mi esposo y mi otro niño trabajan; a parte yo trabajo”, respondió a la pregunta. “Cuando no hay nadie me quedo, cuando no está mi hija me voy a trabajar”, destacó.
Las dificultades las ha ido sorteando con el apoyo de la administración municipal, pues debe comprar pañales y medicamento que cuesta mil 361 y que es parte de un tratamiento permanente para uno de sus hijos; además, ha sido de mucha ayuda las terapias que han recibido de la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR), pues a tres de ellos les ha ayudado a comenzar a caminar.
A pesar de esta situación, los “servidores de la nación” dijeron que doña Herlinda no necesita el apoyo; no obstante, todos los días lucha por sacar adelante a su familia, pues es difícil sobre todo en estos momentos de crisis.
“Yo no voté por ellos, los demás sí, pero estamos pagando todos. Ahorita anda invitando Morena, pero la gente ya no quiere. También vino una comadre mía, dijo: te venimos a ver porque nosotros sí te vamos a ayudar; si es el mismo partido, el que nos quitó el apoyo; pues le sacamos una foto a los niños para que veas que sí te vamos a apoyar, les dije que no. Por eso de una vez te digo, yo soy honesta, de por sí no voy con ustedes”, comentó.
Finalmente dio a conocer que también le retiraron dos de las cuatro despensas que recibía y el subsidio a la leche Liconsa, pues le dijeron que se debía a que ya recibía el recurso del programa de discapacitados. “A veces me siento triste, me preocupo por mis niños, pero mi esposo me ayuda mucho”, expresó.
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