A partir de la promulgación de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS) en 2001 y con la creación del PEC en 2003, todo lo relacionado al medio rural se presupuestó en este programa. Al inicio se dividió en 10 programas: Financiera, Competitividad, Medio Ambiente, Educativa, Laboral, Social, Infraestructura, Salud, Agraria y Administrativa, los recursos bajo la etiqueta de cada programa se canalizan a las secretarias que instrumentan los programas.
En el presupuesto de 2020 se eliminó la parte Laboral, que atendía a los jornaleros y trabajadores temporales; el de 2021 ya no asigna recursos a la parte Financiera, los programas agraria, laboral y financiera no presentan mucha variación antes del 2018, sin embargo, en todas, la tendencia ha sido a la baja, incluyendo el periodo de la administración actual. El repunte de 2020 en la parte Agraria se debe a la asignación de 6 mil 229.8 millones de pesos como parte del programa Sembrando Vida; este aumento se pierde al año siguiente, solo se le asigna 154. 3 millones de pesos, y se eliminan los programas de Conflictos Agrarios y Registros Agrarios. Mencionaré algunos programas para ver la variación de los presupuestos.
El programa Medio Ambiente ha visto reducidos sus recursos, sus programas poco a poco van desapareciendo. De 2015 a 2021, la caída en el presupuesto es de 30% media anual; y del 80%, en términos reales, de 2018 a 2021. El presupuesto 2019 eliminó seis, entre ellos los que atendían prácticas sustentables de los productores pecuarios e infraestructura para el uso eficiente y sustentable del suelo y agua, además del Programa de Empleo Temporal, enfocado a evitar y controlar los incendios forestales; en 2020 se eliminaron otros cinco programas dirigidos a la sustentabilidad pesquera y para 2021, sólo se otorgan recursos a seis programas y con grandes recortes.
La parte Social es la que más aumentos en el presupuesto ha tenido. Con la creación de la LDRS el estado atendió la pobreza y la alimentación en las zonas rurales a través de transferencias monetarias principalmente, relegando el impulso a las actividades productivas del sector agropecuario como instrumento para mejorar los ingresos y el bienestar de la población.
El PPEF 2021 presupuesta recursos sólo para ocho programas: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y Sembrado Vida concentran el 92.3% de los recursos de la vertiente. La actual administración se ha ocupado en desmantelar los programas sociales de gobiernos anteriores, para dejar en su lugar aquellos que funcionan con base en transferencias monetarias directas.
De acuerdo con la LDRS el estado promueve el desarrollo rural a través de tres ejes fundamentales: atención a problemas sociales, promoción de actividades productivas en general y del sector agropecuario en particular, y el cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente. En los hechos, el Estado destina mayores recursos para financiar programas sociales basados en transferencias monetarias, en detrimento de los otros dos objetivos.
Después de más de una década, estos programas han resultado ser ineficientes para elevar el bienestar social y económico de la población rural. Si bien las transferencias y los subsidios ayudan al ingreso de las familias, no solucionan los problemas de índole productivo, única base sólida sobre la cual puede sostenerse la elevación de los ingresos en el campo.
El Gobierno de la Cuarta Transformación, en lugar de cambiar la estrategia de intervención al medio rural, profundiza las políticas creadas en gobiernos anteriores. El pronóstico es el mismo, profundización de los rezagos sociales, marginación y estancamiento productivo.
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