En las próximas elecciones que tendrán lugar en Morelos, además de la gubernatura del estado se renovarán 36 presidencias municipales y 20 diputaciones. Y, como ocurre a nivel federal donde el show de las “corcholatas” de Morena se da a lo largo y ancho de la República, aquí en Morelos también ya inició el espectáculo: por lo menos ya se escucha a 16 políticos y funcionarios del estado que aspiran a ocupar un cargo público; entre los funcionarios se encuentran: secretarios de gobierno, senadores, diputados, etcétera, que dicen son ejemplo de “liderazgos” y que están listos para relevar al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.
En todo el estado vemos propaganda por todos lados: están llenas las calles, avenidas principales y carreteras, con pintas y fotos en espectaculares, anuncios en la radio y televisión de eventos, recorridas, comidas y fotos con las familias más vulnerables. Todo eso está presente en las calles y en las plataformas digitales no se diga: todo el mundo se pasea en eventos oficiales y no oficiales, pone su mejor perfil, dice que es el mejor y que va a ser el candidato de Morena y hasta se golpean políticamente unos a otros.
Para favorecer su candidatura, algunos hacen alusión a los datos de pobreza; citan la falsa reducción de la pobreza que recientemente reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que la pobreza se redujo casi en diez puntos porcentuales entre 2020 y 2022, dato que ha celebrado el presidente López Obrador, pero que desmiente la realidad de Morelos: aquí sigue habiendo pobreza, la realidad económica de muchos habitantes es precaria, los precios de la canasta básica se elevan a cada momento, el ingreso de las familias no alcanza ni para lo más indispensable (tortillas, frijoles, huevo, chile y nada más).
El gobierno de la 4T piensa que se redujo la pobreza sólo porque le da dinero de los impuestos a los mexicanos, a la gente de la tercera edad, pero ¿y los demás sectores de la población? Los comerciantes, los transportistas, los obreros, las madres solteras, a las familias con hijos no les alcanza para comer, mucha gente tiene que trabajar dos turnos para garantizar los gastos de su hogar. Es mentira que la pobreza haya bajado y de ello no hablan los candidatos, no dicen cómo van a resolver esta grave situación.
En Morelos hay un millón de personas en situación de pobreza moderada y 166 mil en pobreza extrema; un millón 188 mil personas no tienen acceso a la seguridad social, 627 mil personas no tienen acceso a los servicios de salud y 481 mil personas no tienen acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.
La evidencia está ahí, los programas de transferencias no han sido lo suficientemente efectivos para mitigar la pobreza. Han servido, y no es menor la distinción, como paliativo de la misma. Sin embargo, en época electoral unos y otros usan el dato a conveniencia, y unos y otros prometen más programas de transferencias cuyo uso es sólo electoral. Y de ello tampoco hablan los candidatos.
El gobierno de la 4T piensa que se redujo la pobreza sólo porque le da dinero de los impuestos a los mexicanos, a la gente de la tercera edad, pero ¿y los demás sectores de la población?... Es mentira que la pobreza haya bajado y de ello no hablan los candidatos, no dicen cómo van a resolver esta grave situación
No sólo no hablan, no actuaron –cuando debieron hacerlo– ante los problemas de inseguridad y violencias que viven los morelenses; no han propuesto medidas reales para abatir la pobreza; la falta de salud, la falta de apoyo a la educación, del dengue que azota a las zonas vulnerables del estado, la falta de empleo, la falta de apoyo al campo etcétera, no hablan de ello y mucho menos buscan la resolución de estos problemas.
Para los candidatos de Morena, respaldados por López Obrador, el pueblo pobre es sólo una herramienta, un botín, para asegurar su acceso o conservación en el poder: se acercan al pueblo para ganar la elección, pero cuando llegan al poder se olvidan del pueblo con el que hicieron compromiso, con los niños con los que se tomaron la foto, a quienes les niegan la educación, la salud, la alimentación y servicios elementales para vivir dignamente, el pueblo no es considerado como parte activa de la gestión de gobierno.
Esto ha pasado con todos los partidos que han gobernado en Morelos, y en toda la República Mexicana, y sigue pasando con Morena, pues su política es la misma que en administraciones pasadas, sólo que ahora con piel de cordero buscan una domesticación de la ciudadanía, buscan a través de los programas sociales controlar a la gente para votar como a la 4T le convenga, esto todos lo hemos visto.
La participación ciudadana en las elecciones es muy importante y con la gente que participe es con la que deben comprometerse los candidatos.
El pueblo debe analizar su participación bajo los intereses del pueblo y no de los partidos políticos o de sus personajes, sé que esto es prácticamente imposible ante el panorama de los partidos políticos existentes, pues no hay ninguno que hasta ahora represente los intereses del pueblo trabajador mexicano; Morena no representa los intereses del pueblo ni porque haya llegado al poder con su bandera de “primero los pobres”. La realidad dice todo lo contrario.
El pueblo necesita fortalecer la organización popular por encima de lo que el partido gobernante, o el que está en campaña, diga y haga.
El pueblo debe fortalecerse con su unidad, su organización, su inteligencia; hay que hacer que los candidatos en turno se comprometan y cumplan y si no, es hora de que el pueblo forme el partido que verdaderamente los va a representar.
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