La educación en nuestro país está mal, los resultados en las pruebas internacionales y nacionales lo dicen y es independientemente del gobierno en turno, a la educación no se le deben escatimar recursos, pues en las aulas se están formando los futuros profesionistas mexicanos.
De acuerdo con el movimiento nacional Educación con Rumbo, un millón 423 mil alumnos de los ciclos escolares 2020-2021 y 2021-2022, siguen sin regresar a la escuela, la abandonaron durante la pandemia, y la Secretaría de Educación Pública (SEP) es responsable de esto.
Lo que está pasando en el sistema educativo es un reflejo de cómo están las cosas con el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, lo que dice en su discurso oficial, un día sí y el otro también, sobre que los mexicanos ya viven mejor, son felices, que ya no es como antes, es simple y sencillamente falso, nada va bien ni se vive y está mejor que antes.
Pero, además, en México el gobierno invierte muy poco en este rubro, según un reporte de octubre de 2022 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), "Panorama de la Educación 2022", el Gobierno de México destina 3.6 veces menos por alumno de educación primaria, 2,977 dólares por estudiante (alrededor de 58,000 pesos), mientras el promedio es de 10,722 (215,000 pesos).
Tan solo en secundaria se invirtió 2,890 dólares (aproximadamente 60,000 pesos), cuando la inversión promedio son 11,400 dólares (229,000 pesos), y, a pesar de ser de los países con una tasa más baja de educación superior, pues solo el 27 por ciento de las personas entre 25 y 34 años alcanzan este nivel, tiene la tasa más baja de inversión de los países pertenecientes a este organismo, 7,341 dólares (alrededor de 148,000 pesos) por año, mientras el gasto promedio en la OCDE es de 17,559 dólares (353,700 pesos).
A esto se suma la deserción escolar que es uno de los problemas que más afectan la educación en México; a raíz de la pandemia miles de niñas, niños y adolescentes se retiraron de las clases por diferentes razones, entre ellas se destacan: inserción en actividades laborales y domésticas, cierre definitivo de las escuelas y la falta de herramientas tecnológicas para comunicarse con sus docentes.
Los efectos serán muy graves por la omisión del gobierno de la república de incluir la enseñanza a niños, niñas y jóvenes en las prioridades de la agenda nacional.
Otro de los problemas de la política educativa es la sustitución de los grados por fases, el cambio de los grados escolares como los conocemos actualmente, que abarcan los tres de preescolar, seis de primaria y tres de secundaria, será sustituido por seis fases que los agrupen a todos, que a consideración de la Secretaría de Educación Pública (SEP) busca encontrarle sentido a lo que se explica de los temas y que los alumnos comprendan, apliquen y expliquen los contenidos que están aprendiendo, sin embargo no hay claridad por parte de la secretaría en su plan, además de que el gobierno no ha querido dar información sobre las afectaciones educativas que padecen los estudiantes en México.
Urge un cambio radical, de fondo, a esta terrible crisis educativa, México necesita un modelo educativo a la altura de las circunstancias, un modelo integral que prepare a los futuros profesionistas quienes llevaran las riendas de nuestro país, y ese modelo lo tiene y lo practica el Movimiento Antorchista Nacional (MAN), con resultados sorprendentes y esperamos, más temprano que tarde, replicarlo en todo el país en beneficio de todo el pueblo.
El modelo educativo que propone Antorcha es, sin duda, el mejor hasta ahora.
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