Carmen Guevara
Don Benito, un campesino serrano de Puebla, dice que no hay para dónde ir, por eso escogió Antorcha y no piensa salirse; "Antorcha dice la verdad y se los he dicho, yo a la Antorcha le debo muchas cosas, y no me voy a salir nunca, así me pueda morir mañana, me moriré en Antorcha".
Treinta y un años de lucha incansable, de beneficios colectivos a los indígenas antorchistas y no antorchistas; así lo describen los primeros integrantes del Movimiento Antorchista en este municipio considerado pueblo mágico.
él se llamaba José Gonzalo Chepe, antorchista desde 1984, fecha que llegó la organización a las comunidades indígenas. Siempre dijo que el Movimiento Antorchista es de confianza, que gestiona apoyos para quienes más lo necesitan, pero sobre todo, es una organización que nunca se va acabar.
"Le gustó la organización porque de ahí aprendió muchas cosas; la Antorcha, me platicaba, no es de pleito. él siempre decía que Antorcha les ayudaba y todo lo que hay ahorita no había antes, y es gracias a Antorcha", así lo recordó Eustaquio Gonzalo Tzillo, hijo de don "Chepe".
Don Benito recibió un volante, puso cuidado y leyó que era importante reunirse, luchar con el Movimiento Antorchista y exigir atención a las necesidades; "le gustó, le gustó demasiado" y entonces se preguntó cómo hacerle para entrar a esa gran organización.
Ahora junto con el Movimiento Antorchista en la zona cumple 31 años de organizado.
Doña Cote de por sí era inquieta, le gusta la política y hace unos 26 años participaba en un movimiento que buscaba destituir al alcalde, fue demandada junto a siete de sus compañeros, quienes encontraron en Antorcha quien los defendiera. Gracias a ello se organizó, primero por conveniencia y luego porque se convenció, dice.
1984: iluminar a Cuetzalan
En 1984, el Movimiento Antorchista llegó a Cuetzalan. Una vez que entra a Huitzilan de Serdán, en el mismo año la presencia de dicha organización se extendió por casi toda la Sierra Nororiental de Puebla.
Jesús Manuel Cámez Valdez, ahora fallecido, fue de los primeros activistas que se hace cargo del trabajo en las comunidades indígenas por más de 10 años, iluminando primeramente las comunidades de la zona de Tepetzintan, Pinahuista y Reyesogpan.
José Benito Esteban, integrante del pleno campesino del Movimiento Antorchista, narró durante la entrevista que gracias al Movimiento Antorchista se instalaron las tiendas Conasupo en varias comunidades, además de que las primeras gestiones fue la ampliación de la red de energía eléctrica para Techapan, Pinahuista y Xalahuejaco, localidades donde no había luz eléctrica.
Informó que se han bajado un centenar de apoyos para la dignificación de la vivienda, así como gestiones para que los campesinos sean atendidos en hospitales de la región y de otros estados.
Pahpatapan, desarrollo y modelo de trabajo organizado
El trabajo de Cuetzalan se extendió, principalmente porque el Movimiento Antorchista encabezó las demandas más sentidas por los indígenas cuetzaltecos.
Neri Cándida Guevara Luna, activista de Antorcha en el municipio de 1993 a 2005, expresó que Antorcha encabeza y ayuda a resolver las necesidades primordiales, y una de las que tuvo el municipio -concretamente la cabecera municipal- es la creación de una escuela secundaria, como una alternativa para la gente más humilde.
Por ello se forma la institución en la comunidad de Pahpatapan, funcionando primeramente en las instalaciones de la primaria de la comunidad y posteriormente en locales prestados por los pobladores.
La necesidad de contar con una escuela de nivel secundario obligó a los padres de familia organizarse y en el 2000 iniciaron las gestiones para que la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconociera y entregará la clave.
En 2003, después de una lucha de tres años, que se logró la clave de la escuela, seguido de esto la construcción del primer salón y la brecha que va de la carretera interserrana a la institución.
A la par, explicó en entrevista la Maestra Neri, se fundó la colonia ubicada a lado de la técnica con 40 solicitantes. La lucha continuó, pues ahora había que dotar de los servicios básicos a ambos terrenos, obteniendo primero la ampliación de la red de agua potable, posteriormente la luz eléctrica.
Es en 2013, luego de que sostuviera un plantón de más casi 8 meses con el exgobernador Mario Marín, cuando se logró el drenaje sanitario para la colonia; obra que vino a completar los servicios básicos.
La colonia Antorchista de Pahpatapan ahora cuenta con una colonia modelo, que por su esfuerzo y el apoyo del Movimiento Antorchista, se ha convertido en un opción para vivir ya que cuenta con todos los servicios, tanto educativos, de infraestructura, básicos y hasta alumbrado público.
Morir, pero en Antorcha
Don Benito dice que no hay para dónde ir, por eso escogió Antorcha y no piensa salirse; "Antorcha dice la verdad y se los he dicho, yo a la Antorcha le debo muchas cosas, y no me voy a salir nunca, así me pueda morir mañana, me moriré en Antorcha".
Ocotlán Gutiérrez coincide en que "en Antorcha ha de morir". a sus 65 años está segura que sólo esta organización que sí vela por los intereses de la gente pobre, "porque lleva beneficios colectivos a cualquier colonia o pueblo, y eso es lo que me gusta".
Don "Chepe" falleció hace 4 años, y murió siendo un gran antorchista. Ahora, los antorchistas de Cuetzalan cumple 31 años luchando contra la pobreza.
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