Chilpancingo, capital de Guerrero, fue escenario de protestas, en su mayoría encabezadas por maestros y estudiantes que demandan, con justa razón, mejores condiciones salariales, pago de adeudos, infraestructura, construcción de aulas, pizarrones, entre otras peticiones encaminadas a mejorar el proceso enseñanza- aprendizaje, evidenciando las fallas y múltiples necesidades en el sector.