Tras el informe presidencial presentado por Andrés Manuel López Obrador hace unos días en Palacio Nacional en su Tercer Informe, dijo: “La transformación está en marcha”, pero sólo que nadie más que él sabe hacia dónde, porque la realidad es cada vez más cruda para la gran mayoria de los mexicanos, pues como es sabido, en un informe se debe explicar la situación anterior, los compromisos adquiridos y el cumplimiento de los mismos.
Pero como siempre el presidente tiene sus propios datos, por ejemplo, en materia laboral: en México el trabajo informal creció 4.1 puntos porcentuales en mayo respecto al mes anterior para alcanzar al 51.8% de la población económicamente activa, esto según datos del INEGI; en su encuesta telefónica sobre empleo (ETOE), reveló que la Tasa de Participación Económica fue de 47.4% respecto a la población de 15 años y más.
Los trabajos informales, los cuales llevan a cabo miles de personas en México, es generalmente la conformación de un negocio de origen familiar, en ellas prevalecen el poco o escaso capital, generalmente es consecuencia de la falta de empleos y solo es para sobrevivencia de los integrantes de las familias, estas actividades económicas y de autoempleo están ligados a condiciones infrahumanas, es decir la mayoria de ellas viviendo en pobreza extrema y marginación.
El aumento del empleo informal supuso que el total de trabajadores sin contrato ni prestaciones legales llegó a 31.0 millones de personas en la segunda mayor economía de América Latina, que tiene una población de unos 125 millones de habitantes y cuya economía podría caer este año en torno al 10%, según expertos y organismos internacionales.
Las medidas para contener la propagación del coronavirus en México, que incluyeron la paralización de labores económicas no esenciales y el confinamiento de buena parte de la población desde mediados de marzo del 2020, provocaron el incremento acelerado de empleos informales en el país.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, en el segundo trimestre de 2020 se reportaron 44.7 millones de personas ocupadas, cifra que se elevó a 55.2 millones en el mismo periodo del presente año. El número de trabajadores informales aumentó de 22.8 a 31.0 millones en el mismo periodo.
Al cierre del 2020, en Durango, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), se contaba con 759 mil 913 personas con un empleo, de ellas 396 mil 672; es decir, el 52.2 por ciento, lo hacían en la informalidad. En la capital duranguense la informalidad laboral alcanza el 41.6 por ciento de las 252 mil 383 personas que forman parte de la fuerza laboral, además, de esta misma fuerza laboral el 14.6 por ciento tienen una ocupación parcial lo que significa que son personas que laboraron menos de 15 horas a la semana, por lógica menos ingresos, para sus familias.
Y a propósito del día internacional de las mujeres indígenas, las mujeres, las jóvenes indígenas, los afrodescendientes y los migrantes componen este sector informal. El 78% de las mujeres trabajan en los sectores más afectados por la pandemia, lo que las hace más vulnerables al desempleo, por ende, al empleo informal. Además, la decadencia de la economía familiar obliga a los niños a entrar al sector laboral, es decir, las familias más pobres son las más afectadas, teniendo ahora un 7.3% de los niños entre 5 y 17 años que ya laboran.
La crisis sanitaria solo vino a mostrar los problemas que ya conocíamos desde hace muchos años atras: la inmensa desigualdad entre los ricos y pobres, consecuencia de los modelos económicos existentes, la corrupción política en común acuerdo entre empresarios y gobierno. Pero, además, la falta empleos bien remunerados, la poca o nula inversión pública en los sectores más vulnerables, es decir, falta de inversión en salud, educación, desarrollo de infraestructura en zonas marginadas como luz, agua potable, drenaje, caminos, etc.
Ante los “otros datos” del informe presidencial y de sus “cifras récord”, ademas de escuchar por enésima vez al presidente decir barbaridades, debo preguntar y lo de “primero los pobres” ¿dónde quedó? En vez de presumir esas cifras récord y que en su gobierno han aumentado las remesas debería darle vergüenza, por qué en tales cifras se muestra su incapacidad para dirigir al país.
Solo unidos y organizados, lograremos sacar a la nueva mafia del poder y elegir un gobierno que verdaderamente se aplique a la defensa de los pobres. Por eso, sigamos construyendo nuestra organización, la verdadera organización de los pobres de México, de los trabajadores y para los trabajadores.
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