Los grandes retos de los tres niveles de gobierno serán y son ejercer el poder en beneficio de las mayorías, teniendo presente todo lo que dejó el gobierno saliente. Se puede afirmar que éste no pudo revertir la gran desigualdad social, que sigue galopante en caballo de hacienda a lo largo y ancho del estado. Fenómeno humillante, vergonzoso, ofensivo que marca la gran brecha abismal entre los que tienen todo —grandes residencias en lugares exclusivos, autos de lujo, vestimenta de lujo, alimentos en exceso, joyas, etcétera, que son una ínfima minoría— y los que no tienen nada, sin vivienda, desempleados o mal pagados, sumergidos en la drogadicción, pésimos servicios de salud, carentes de servicios básicos, sin educación, trabajando sin seguridad social, sin acceso a una alimentación sana, etcétera. Males sociales que padecen cientos de miles de familias sonorenses, convirtiéndose en una desoladora, desgarradora, desesperanzadora realidad, lo acepten o no los grupos de poder que han gobernado. Por ahora, en su mayoría, la ciudadanía está ansiosa de nuevas políticas públicas, que se anunció que se implementarían en la administración entrante. Por ahora dejaremos estas preguntas en la duda en el aire ¿Estarán incluidas en los hechos y no solo en el discurso las mayorías descamisadas, olvidadas y marginadas por décadas?, ¿podrán revertir o reducir significativamente el abismo de la desigualdad económica?, ¿será el eje rector del nuevo gobierno las necesidades sociales de las mayorías? Nuestros propósitos es que así sea, el tiempo es el mejor juez. Por ahora los dados están echados.
En las siete ciudades principales: Navojoa, Cajeme, Guaymas Hermosillo, Caborca, San Luis Río Colorado, Nogales, donde se concentra el 86% de la población sonorense, al igual que en los seis municipios rurales de más densidad poblacional, se vive una severa crisis económica social. Falta de mantenimiento de la infraestructura básica, calles con baches, escasez de agua, falta de alumbrado público, inseguridad, calles sin pavimento, caminos en mal estado, parques abandonados, en pocas palabras, padeciendo el rezago de décadas provocados por la ineficiencia y saqueo de administraciones anteriores, incluyendo las administraciones salientes de los ayuntamientos bajo la dirección de la 4t. Lo mismo se percibe en el ámbito estatal, una carencia de recursos financieros en las arcas del Estado, sumándole un alto endeudamiento y una baja recaudación fiscal, a pesar de ello, las condiciones actuales, exigen con prontitud concretar materializar los diversos proyectos del gobierno entrante. Ese es el reto y estaremos en espera del desenlace.
Los grandes proyectos económicos que fueron anunciados hace unos días por el señor gobernador en rueda de prensa, con el propósito de reactivar la economía, vienen cargados con una visión empresarial; por ahora, seguimos en espera de los proyectos que beneficiarán a las mayorías. O se continuará apostando a la política económica del goteo: apoyar e impulsar a la clase empresarial para que invierta el estado y creer que con eso les irá mejor a los trabajadores. Este modelo ha fracasado, no porque le vaya bien a la clase empresarial en automático le irá bien a la clase asalariada. Si es así sería más de lo mismo. Ahí está el ejemplo vivo de las maquiladoras, campos agrícolas y ganaderos que por décadas les ha ido de lo mejor a los dueños y se siguen pagando salarios de hambre. Resultado de ello es el alto porcentaje de población empobrecida que vive en el estado, alrededor del 61% de la población padece un tipo de pobreza, por eso a los humildes les conviene estar atentos, pendientes y alertas, sobre la implementación de las nuevas políticas del gobierno entrante en favor de las mayorías, aun teniendo presente la grave situación económica pública en que se encuentra la entidad.
Los ciudadanos organizados en el Movimiento Antorchista de Sonora, con la autoridad y representatividad que nos da el pueblo, el próximo 6 de octubre solicitaremos respetuosamente a las nuevas autoridades estatales y municipales en tiempo y forma nuestras peticiones sociales, —evento al cual están todos invitados— para que se contemple su solución con recursos en el presupuesto de egresos 2022 para obra social en rubros educativos, de salud, infraestructura social básica, proyectos productivos, vivienda, cultura, deporte, transporte, arreglo de caminos, carreteras, apoyo al campo y ganadería como apoyo a la pesca, empleo temporal y programas asistenciales, tales como despensas, becas, etcétera. A muchos funcionarios no les gusta hablar de asistencialismo social, pero mientras al pueblo trabajador no le brindemos las condiciones económicas para vivir dignamente, percibiendo un salario decoroso los hogares sonorenses, tendrá que ser el estado quien entregue ayudas a los sectores vulnerables. por la vía más conveniente que decida. Nada cambiará por arte de magia, se van los malos de siempre y llegan los que prometieron cosas diferentes en beneficio de los que menos tienen, cambiar la dura realidad implica poner manos a la obra, saber qué hay que cambiar, cuánto cambiar y con qué hay que cambiar. Las dos condiciones para que un pueblo salga del rezago educativo son organizarse y luchar contra ese atraso social. Por eso se requiere estar atentos, unidos y dispuestos a continuar por este camino difícil, sacrificado y honroso que ya conocemos, como es gestionar, tocar puertas, solicitar que se contemplen nuestras necesidades en la nueva agenda de gobierno y que se dé continuidad a nuestros asuntos. Nuestra gestoría diaria es justa y necesaria, porque es con nuestro pueblo y en beneficio de ese mismo pueblo.
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