Los acontecimientos recientes en Estados Unidos, en especial la toma del Capitolio, el 6 de enero, por los furiosos partidarios de Trump para impedir la ratificación de Joe Biden, han acaparado la atención de organismos internacionales, de gobiernos de diferentes latitudes y de medios y columnistas de los más prestigiados e influyentes del país, la pugna por el poder entre demócratas y republicanos ha sacado a la luz a los defensores de uno y de otro grupo, llama la atención que hasta los dueños de varios medios de comunicación hayan salido a la palestra y con total cinismo hagan declaraciones y actúen en contra de uno de los contendientes.
Mark Elliot Zuckerberg anunció que las cuentas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de Facebook e Instagram continuarán suspendidas "hasta que se complete la transición pacífica del poder”. El programador y creador de la red social de Facebook calificó como impactantes los acontecimientos que llevaron a los supuestos seguidores de Trump a la toma del Capitolio y acusó al actual mandatario de "socavar la transición pacífica y lícita del poder a su sucesor elegido, Joe Biden”.
Por otro lado, Twitter, cuyo director ejecutivo es Jack Dorsey, anunció el lunes 11 de enero haber suspendido "de manera permanente” 70 mil cuentas de afiliados al movimiento pro-TRump QAnon desde el viernes, para impedirles usar la red social bajo el argumento de que lo hacían con fines violentos. En un principio Twitter suspendió la cuenta del mandatario durante 12 horas después de que el presidente público un video que repetía acusaciones sobre un fraude electoral, lo cierto, es que esta ha sido una poderosa herramienta usada por él para comunicarse directamente con el pueblo estadounidense, la ha utilizado para anunciar cambios en sus políticas, elogiar a sus aliados, hacer frente a sus oponentes, etc.
Para nadie es desconocido el papel que juegan los grandes medios de comunicación y que cada uno de ellos tienen intereses qué seguir y defender, lo cierto es que no sería sorpresa para nadie la suspensión de las cuentas de algún personaje importante de la política sino es porque ha sido el propio presidente del país más "democrático y defensor de las libertades y de los derechos humanos” como ellos se han erigido ante los ojos del mundo, al que se le han suspendido. No olvidemos que los grandes medios de comunicación occidentales durante años han difundido su verdad, la verdad del imperialismo, que no ha dudado en arrasar con guerras crueles y devastadoras a naciones débiles o rebeldes bajo el pretexto de imponerles la "democracia” y haciendo uso de esos grandes medios de comunicación para hacernos creer "la verdad”.
Sólo citaré un ejemplo, muy conocido de principios de este siglo, acaecido el 20 de marzo de 2003; me refiero a la invasión por parte de una coalición encabezada, por supuesto, por Estados Unidos en contra del gobierno de Irak y su presidente Saddam Husein. En ese entonces los más importantes medios de comunicación difundieron las declaraciones del entonces presidente de Estado Unidos, George W. Bush, quien afirmaba que Irak poseía armas de destrucción masiva y se nos vendía la idea de que eran una amenaza inminente para el mundo y, por lo tanto, esa acción debía ser aplaudida por todos. Nunca se dijo, por las grandes cadenas televisivas ni por los diarios más importantes, ni por error, cuáles eran los verdaderos objetivos de la oligarquía militar y económica de ese país; en aras de la "democracia y de la libertad” se masacró a un pueblo con la anuencia de los grandes corporativos de la comunicación.
Hoy los gigantes cibernéticos, también juegan su papel, deben defender sus propios intereses y se han colocado del lado del ganador y así se explica que hayan silenciado a Donald Trump. Pero nosotros debemos tener claro que el régimen económico, político y militar de Estados Unidos enfrenta gravísimos problemas y que les es urgente a las grandes élites de ese país poner en práctica un plan de rescate, y es aquí donde surge la discrepancia que enfrenta a los dos bandos liderados por Trump y Biden.
Trump es la cabeza visible de un sector de megamillonarios que sostienen que el colapso únicamente puede evitarse renunciando a la globalización económica, al expansionismo, al militarismo y al intervencionismo indistinto en el mundo. Biden, en cambio, es la vuelta a la política decididamente expansionista, militarista e intervencionista, nadie debe engañarse pensando en que a estos señores les importa el respeto a la democracia y la libertad de expresión, como lo dijo el hijo del actual presidente Donald Jr. "La democracia se ha terminado”. Nada de eso, no es el respeto a la democracia lo que los enfrenta, a pesar de que en sus discursos recurren a ella para defender su causa, por un lado, Trump acusa a Biden de fraude electoral, de alteración del conteo de los votos para robarle el triunfo; Biden, por su parte, acusa a Trump de no acatar la resolución de las urnas, de incitar a la violencia, etc., lo que los enfrenta son las repercusiones que vaya a tener uno u otro plan sobre los intereses del gran complejo militar-industrial, sobre los financieros de Wall Street y sobre las trasnacionales y esto no lo hemos escuchado claramente por parte de los grandes medios de comunicación occidentales que son los que vierten su carga ideológica de manera masiva en nuestro país.
Ante esto, nosotros, el pueblo de México, que desafortunadamente como dicen, que dijo un político, que estamos "tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” necesitamos tener claro que un imperialismo menos agresivo como el que propone Trump no es suficiente para poder conquistar nuestra independencia y nuestra liberación definitiva, necesitamos el hundimiento definitivo del imperialismo y eso sólo lo puede hacer un pueblo claro de sus intereses y organizado férreamente para alcanzar su liberación.
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