Todo el pueblo de Sinaloa sabe y las autoridades también, que debido a la violencia generalizada y provocada por la delincuencia organizada y no organizada, de años y no sólo ahora que ha alcanzado un mayor incremento, familias enteras y aún poblaciones completas han sufrido desplazamiento forzado, migrando a lugares más seguros relativamente, como lo son las grandes ciudades del estado. Procedentes de Badiraguato, Mocorito, Sinaloa de Leyva, Choix, partes altas de Culiacán y aún de poblaciones de Chihuahua limítrofes con Sinaloa, decenas de cientos de familias han buscado para sus hijos refugio y mayor seguridad.
Ha sido para todos ellos, un duro peregrinar, sin tener un techo seguro, viviendo de arrimados con alguien familiar o conocido, rentando cuartos en malas condiciones y peor aún sin empleo permanente, y con la esperanza de que las autoridades les brinden su apoyo y logren un lugar dónde vivir.
Hace más de un año personal de la Secretaría del Bienestar, a cargo de María Inés Pérez Corral, censó a cientos de familias desplazadas en Guamúchil y Culiacán para según ayudarlas a contar con un solar con servicios donde construir sus viviendas. Muchos meses han pasado de eso, y la Secretaría del Bienestar se ha reducido a contemplar el problema, a pesar y a sabiendas que en el estado hay una ley que obliga a las autoridades a dar el apoyo a las familias en esta situación.
¿Qué sentido tiene crear una ley y después desentenderse de cumplirla, y lo peor, ignorar el problema como lo hace la SEBIDES? ¿O destinarle recursos muy limitados como lo hace el Congreso del estado en los dos últimos años, donde aprueba sólo 70 mdp, cuando lo que se necesita es mucho más que eso?
El gobernador, Dr. Rubén Rocha Moya, tiene que intervenir para dar solución a esta urgente necesidad de las familias desplazadas que ya no pueden seguir esperando a los burócratas de la SEBIDES, pues, los costos de la renta y el hacinamiento los agobian, ni tampoco pueden volver a sus lugares de origen dado el incremento de la inseguridad.
Desde aquí, hago un llamado atento y respetuoso al Dr. Rubén Rocha Moya, a todas las fracciones parlamentarias para que en el próximo presupuesto 2025 se incluya la adquisición de terrenos para familias desplazadas, incluyendo a los que se ubican en Guamúchil y Culiacán.
También hago el llamado a las familias desplazadas, para retomar la lucha, alzar la voz ante la pasividad y negligencia de los funcionarios de la SEBIDES.
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