El país entero se estremeció el pasado 24 de junio del presente año con la noticia de que dos niños indígenas, pertenecientes a la localidad de San Antonio en el municipio de Soteapan Veracruz, ingirieron pan envenenado que fue arrojado al patio de su casa, supuestamente por un vecino que pretendía envenenar a la mascota del hogar, como resultado de esta atrocidad la pequeña Adriana de 5 años falleció ese mismo día y el pequeño Jacob de 7 años estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte durante ocho días. El gobierno del estado intervino en el caso, trasladando en avión al pequeño Jacob al Hospital Infantil del puerto de Veracruz, y el secretario de Salud en el estado, Roberto Ramos Alor, utilizó sus redes sociales para “informar el progreso de la salud del menor”, que más bien fue para darse publicidad con esta espantosa tragedia, y una vez dado de alta el menor, lo acompañó en avión hasta Minatitlán. Sin embargo, es necesario analizar la situación de los servicios de salud con que el municipio cuenta y lo que ha hecho el Gobierno del estado desde que entró en funciones para mejorarlos.
El municipio de Soteapan se encuentra enclavado en la Sierra de Santa Martha, tiene una población de 37 mil 676 habitantes, 18 mil 459 hombres y 19 mil 217 mujeres. Su población indígena es de 29 mil 922 habitantes y se considera con un alto grado de marginación. En situación de pobreza se encuentra el 89.3 por ciento de su población, de las cuales 13 mil 534 están en pobreza extrema, lo que representa el 51.1 por ciento. En Soteapan se cuenta únicamente con 11 clínicas, 7 de la Secretaría de Salud y 4 del IMSS-Bienestar, de las cuales varias no cuentan con medicinas suficientes para la población y, por otro lado, también sufren de la carencia constante de médicos. Sin dejar de lado que la atención que se da en estos Centros de Salud sólo es de lunes a viernes, por lo que si un habitante del municipio llega a tener un accidente y requiere ser atendido, las clínicas no cuentan con el personal, ni los medios para poder brindarle la atención. En tal caso tendría que trasladarse al hospital más cercano que está en la localidad de Tonalapa, en el municipio de Mecayapan, a unos cuarenta kilómetros de la cabecera municipal. Aunado a esto es importante resaltar que el municipio de Soteapan, sólo cuenta con dos ambulancias, las cuales resultan insuficientes para una población tan grande.
Todo este panorama, se complica si le sumamos el mal estado en que se encuentran los accesos a varias comunidades, que no han sido atendidas por la cuarta transformación, más bien, desde su llegada al poder han ido frenando el desarrollo sostenido que venía teniendo el municipio en años anteriores, debido a las gestiones federales y estatales que realizaban los habitantes organizados en el Movimiento Antorchista. Por ejemplo, el acceso a la comunidad San Antonio, de donde son los niños que ingirieron el pan envenenado, está en malas condiciones y en épocas de lluvias es prácticamente imposible entrar o salir de la comunidad, por lo tanto, la atención médica que necesitaban los niños con urgencia solo se la pudieron brindar tres horas después de que ingirieron los alimentos contaminados.
Es importante recordar que en el año 2012 el Movimiento Antorchista gestionó ante el Gobierno estatal la construcción de un Centro de Salud con Servicios Ampliados (CESSA) para el municipio de Soteapan, obra que inició el 31 de marzo de ese mismo año y a la cual se le invirtieron 24 millones de los 36.9 en que consiste el proyecto, teniendo un 70 por ciento de avance la obra. Al actual gobierno del estado encabezado por Cuitláhuac García Jiménez, el Movimiento Antorchista le ha insistido, en reiteradas ocasiones, la importancia de concluir esta importante obra para todos los soteapenses, sin embargo, se ha negado rotundamente. El portal digital los editores.com, en su nota del 14 de octubre de 2020, señala “Construcción de CESSA en Soteapan concluirá cuando el presupuesto lo permita: Ramos Alor”, y el diario Imagen de Veracruz en su portal digital en una nota del 14 de febrero del 2020 afirma: “El gobierno de Cuitláhuac García Jiménez dejó de ejercer más de 6 mil millones de pesos del ejercicio fiscal 2020”, y añade, “en la lista destaca la Secretaría de Salud con 143 millones 959 mil 990 pesos sin ejercer”. Es evidente la contradicción, por un lado, sale el secretario de salud a decir que no hay dinero para terminar el CESSA de Soteapan y, por otro la Secretaría de Finanzas y Planeación informa que el gobierno de Cuitláhuac García incurre en un subejercicio de gasto público, que además está focalizado en una importante suma de dinero en el sector salud. De todo esto podemos concluir dos cosas, 1) el Gobierno morenista no quiere terminar la obra antes mencionada, porque no le interesa en lo más mínimo la salud de los soteapenses y 2) Roberto Ramos Alor le ha estado mintiendo al pueblo de Soteapan, incluso ahora que se rasga las vestiduras.
Por tal motivo, se pone a la orden del día que todos los soteapenses se organicen y a una sola voz exija que se concluya el CESSA, que le exijan al gobierno de Cuitláhuac García que cumpla con el compromiso que hizo cuando fue a Soteapan, siendo aún candidato a gobernador, de que mejoraría el sistema de salud del municipio, porque tal parece que ahora que está en el poder ya le dio amnesia. Con mucho respeto, mandamos nuestras más sinceras condolencias a la familia de las víctimas, esperando que encuentren pronta resignación por el fallecimiento de la pequeña Adriana y ojalá que se les haga la justicia necesaria.
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