Después de 30 años y de innumerables gestiones de sus pobladores, la Sierra se convierte oficialmente en la Octava Región de Guerero. El decreto de la creación de ésta importante zona del territorio guerrerense, fue aprobado el 20 de octubre del año en curso por el Congreso del Estado, a iniciativa de la gobernadora Evelin Cesia Salgado Pineda. Modificándose así, lo establecido en 1988, cuando el Centro Nacional de Estudios Municipales dividió al estado de Guerrero en siete regiones.
De acuerdo con los impulsores del proyecto, con la creación de la octava región, se proponen abatir de la marginación a mil 287 comunidades que componen la Sierra, en las que habitan 145 mil 620 sierrenses, abarcando 14 municipios de la zona Centro, Tierra Caliente y Costa Grande. Para darle solidez al proyecto, se crearán seis nuevos municipios con cabeceras en Vallecitos de Zaragoza de Zihuatanejo, Linda Vista de San Miguel Totolapan, Jaleaca de catalán de Chilpancingo de los Bravo, El Mameyal de Petatlán, El Paraíso de Atoyac de Álvarez y Yextla de Leonardo Bravo (Chichíhualco)
Según la enciclopedia guerrerense, los cuitlatecas fueron los primeros habitantes de la Sierra, quienes alcanzaron su máxima expansión hacia el 400 d.c. sobre las regiones de Costa Grande y Tierra Caliente, en lo que hoy son los municipios Coahuayutla, La Unión, Petatlán, Técpan, Atoyac, Benito Juárez, Cutzamala, Pungarabato, Tlapehuala, Tlalchapa, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán y Coyuca de Catalán.
Los cuitlatecas fueron agricultores, practicaron el riego y cultivaban maíz, chile, frijol, y calabazas. Sus casas, bajas, las construían con adobe o cañas, techadas de paja. No tenían un señor, sino varios principales que, a la vez, eran capitanes en tiempos de guerra. Usaban arcos, flechas, macanas y lanzas. Combatían al enemigo formando hileras. Tuvieron reputación como hombres guerreros. Actualmente, como es sabido, no solo se produce la amapola, pues se producen importantes cultivos orgánicos, maguey-mezcal, madera y aguacate certificados. En esta zona nacen 23 de los 27 ríos de Guerrero y las riquezas forestales y minerales son grandes.
Todos los que procuraron la creación de esta nueva región económica coinciden en que este reconocimiento es un gran avance, pero solo va a consolidarse si las autoridades estatales y federales, destinan suficientes recursos económicos que ayuden a resolver muchas carencias en que se encuentran los habitantes y hacer realidad las mejoras en la vida de la población. Como en el resto de la entidad, esta parte del territorio guerrerense carece de pavimentación de caminos, clínicas, hospitales, escuelas, servicios y empleos bien remunerados.
Para el gobierno del estado, el reconocimiento de la Sierra como región económica es un acto de justicia para los pueblos, y asegura “que nunca más estarán en el olvido”.
La lucha de todos los líderes sierreños y la decisión de la gobernadora y el congreso del estado en reconocer a la octava región es un hecho muy importante para el estado de Guerrero; sin embargo, debemos decir que esta rica región, no se escapa a la realidad del estado, la violencia y la pobreza están presentes aquí y en todo el territorio de la entidad, situación que ubica a Guerrero en la segunda entidad con más rezago social, sólo después de Chiapas. Y esto es lo que las autoridades del pasado y del presente no han podido resolver, y se convierte en el verdadero reto que las actuales autoridades estatales deben asumir para marcar la diferencia con sus predecesores.
El campo y la ganadería necesitan un impulso sin precedente para ocupar toda la fuerza campesina que produzca lo que los ciudadanos necesitan, se debe encontrar la forma de hacer llegar industrias que den empleo a la población que por miles emigran a otros estados y fuera del país, tomar medidas responsables para que el turismo y la minería generen riqueza que se invierta en la solución de las necesidades educativas, de salud y de infraestructura, y un auténtico plan de seguridad que garantice a toda la población la realización de todos su deberes sin contratiempos. Esto no es todo, pero por algo se debe empezar.
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