El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reporta un aumento de la pobreza en nuestro país, muy a pesar de los tan cacareados programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador, como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, etc. El informe indica el crecimiento de la pobreza, del 35.6 por ciento, en el primer trimestre de 2020, al 39.4 por ciento, tan solo en el primer trimestre de 2021.
Hoy tenemos un crecimiento de 13 millones de mexicanos que caen en el rubro de pobreza laboral, esto significa que no pueden adquirir con su salario la canasta básica, en otras palabras, que no les alcanza ni para comer.
Además, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reporta una deserción escolar de 5.2 millones de niños y jóvenes.
A pesar de ello, de los 193 países en todo el mundo, México es la economía número 15, somos de las naciones más productivas, donde se produce mucha riqueza, pero esta riqueza se concentra en un reducido grupo de multimillonarios y por otro lado, tenemos un enorme mar de pobreza, donde los trabajadores sufren por los bajos salarios que no les alcanza para comprar la canasta básica, elevadas tasas de desempleo, un deficiente sistema de salud, de educación, de impartición de justicia y todos los indicadores de violencia al alza, dando como resultado que nuestro país sea de los más desiguales del mundo, donde los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez son más pobres.
Esta brecha, la separación entre ricos y pobres, tiene muchos años que se viene agravando y no solo en nuestro país, sino a nivel mundial, los gobernantes han prometido acabar con la pesada losa que aplasta a millones de seres humanos, desgraciadamente, llegando al poder se olvidan de sus compromisos y se pasan al bando de los poderosos, traicionan la esperanza de quienes los apoyaron con su voto.
Hoy no estamos mejor, para demostrarlo vamos a dar algunos datos que emiten organismos oficiales.
Los mexicanos que fueron detenidos o deportados al tratar de cruzar la frontera a Estados Unidos en busca de una oportunidad laboral que no se las brinda su propio país, creció de manera alarmante, en el año fiscal 2019-2020, sumaron 106 mil, y de octubre de 2020 a junio de 2021, se elevó a más de 479 mil, esto de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
La poca inversión, la falta de apoyo a las micro y medianas empresas, ha detenido el crecimiento económico y, por lo tanto, la generación de empleos.
Pero el desempleo no se debe considerar simplemente como una pérdida de recursos porque se desaprovecha la mano de obra disponible, sino que también socava la autoestima del individuo y conlleva graves consecuencias sociales no deseables, incluida la violencia.
En lugar de combatir la pobreza, el presidente aplica una errada política de austeridad que genera una parálisis social y económica, se acabaron los apoyos al campo; hoy los campesinos están a su suerte y millones de parcelas estarán sin producir, no existe un verdadero impulso para erradicar la falta de vivienda, los presupuestos para la introducción de agua potable, drenaje y alcantarillado, electrificaciones, pavimento y alumbrado público son muy escasos.
La fallida política de austeridad solo perjudica a los más pobres, una vez más, la realidad es la mejor escuela, el pueblo de México debe dirigir su mirada a una alternativa para los más marginados y no puede ser otra que el pueblo se organice, que analice, discuta y proponga soluciones, que en cada colonia y pueblo campesino estudien materiales políticos que le sirvan de guía para la acción.
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