Desde su fundación decretada por don Benito Juárez en 1863 como colonia agrícola y celebrada oficialmente hasta el 2 de abril de 1888, Tecate, al igual que los 4 municipios restantes, a pesar de estar ubicados en el estado fronterizo de Baja California que debería de ser un ejemplo de desarrollo y riqueza de lo que es nuestra querida patria, se percibe el abandono y la falta de interés de los gobernantes para desarrollarlo como un ejemplo de la riqueza natural con la que contamos en nuestro país.
Considerado como pueblo mágico por la Secretaría de Turismo en un programa que surge en el 2001, del que solo hay 83 pueblos o ciudades son considerados así por su riqueza cultural, su pasado indígena, sus costumbres y su topografía que la diferencia y la hace única de los otros municipios.
Ser un municipio fronterizo y pueblo mágico nos llevaría a la conclusión de ser un municipio en bonanza, la realidad es otra. De ser un municipio con relativa calma y tranquilidad, en el que no solo los bajacalifornianos sino estadounidenses encontraban un lugar para vivir o, simplemente, un espacio donde descansar los fines de semana, pasó a engrosar la nada orgullosa lista de los municipios o ciudades con un significativo incremento en la inseguridad.
Desde 1954 hasta 2016 Tecate fue gobernado por el PRI excepto la de 1992-1995 y la 2007-2010, por el PAN, ambos finalmente lograron el hartazgo de la ciudadanía ante la falta de atención de sus gobernantes,
Fue así que en 2019 y ante la “esperanza” de un cambio que realmente reorientara la política y se atendiera las necesidades de la ciudadanía, el Movimiento de Regeneración Nacional (morena) logró encumbrarse en el poder de Tecate. Lo que el PRI logró en casi 60 años de gobierno municipal y el PAN en seis años, morena lo logró en apenas dos años. En este corto periodo de gobierno mostró sus deficiencias y ambiciones: el gobierno de la esperanza resultó peor que sus antecesores y logró el repudio de una buena parte de la ciudadanía.
Nuestra hermosa ciudad de Tecate es presa de la violencia del crimen organizado y no organizado, del incremento de la pobreza y sus cinturones de miseria, de carencia de servicios elementales, de calles pavimentadas, etc. El experimento morenista a la única conclusión que nos lleva es a la que siempre ha dicho el Movimiento Antorchista: la solución a los males de los bajacalifornianos, de los tecatenses en particular, de los mexicanos en general es la organización y educación política del pueblo en general y de los más humildes, particularmente. Hacer un frente común de todos los tecatenses para demandar la solución de sus demandas, la dotación de los servicios elementales, de más seguridad, de la pavimentación y la construcción de mejores vialidades.
En suma, hacer de la ciudad de Tecate un bello lugar para vivir, de oportunidades para trabajar, de mejores vialidades, de solución a la demanda ciudadana, de protección a nuestros adultos mayores, de más y mejores escuelas y eso, solo se puede lograr con el concurso de la ciudadanía, con la participación del pueblo, y eso solo se puede lograr con la participación de pueblo, educado políticamente y firmemente consciente.
Ésa es la invitación del antorchismo tecatense, educarse y organizarse políticamente para la construcción de un Tecate más justo y equitativo y con eso aportar nuestro granito de arena en la construcción de un México que de buena vida y buen cobijo a todos sus hijos.
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