En contraste con los datos que proporcionó la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en su cuarto informe de gobierno, la administración morenista atiende el problema de la población visto de otra manera, como si estuviéramos en lugares distintos: ella en la ciudad de las maravillas y nosotros en el inframundo.
Según la información que presentó la doctora ante el pleno del Congreso local, las cosas en la ciudad van de maravilla, pues dice ella: “Cambiamos la forma de gobernar. La corrupción, la hipocresía, el odio, la exclusión, el racismo y el clasismo son rechazadas por la gran mayoría de los habitantes de nuestra ciudad. Porque aquí históricamente se han construido caminos de derechos y no de exclusión. Aquí en esta ciudad, los habitantes saben que las desigualdades se acortan si se cierran las puertas de la corrupción y el desprecio”.
La cuestión aquí es ¿qué tan cierto es? Pues la realidad reclama lo contrario. En primer lugar, no utiliza el progreso económico, ni el científico, ni el tecnológico para ponerlos al servicio del pueblo; en segundo, opta por la entrega directa de dinero en efectivo, con lo que únicamente logra que la gente se haga dependiente , no se preocupe de hallar mecanismos productivos para salir adelante por sí misma y se convierta en víctima de los fines políticos del gobierno de la llamada Cuarta Transformación que, en pocas palabras, ofrece dinero para que voten a favor de los candidatos del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y no para que salgan de la pobreza. Además, dice que se han hecho grandes inversiones en materia de infraestructura, salud, seguridad, bienestar, educación, etcétera. Asegurando que el avance y desarrollo que ha tenido la ciudad obedece a la genialidad de su gobierno, a la política de austeridad y a la visión progresista de la 4T.
El hecho de que se combata a la corrupción, que ahora sí la mujer es prioridad, que nos estamos convirtiendo en una ciudad de vanguardia, está muy lejos de ser cierto. Ella habla de una ciudad segura, ¿ustedes le creen? Si en lo que va de su mandato, han aumentado de manera acelerada los feminicidios, los actos de violencia, maltrato, robos.
Eso, por un lado. Por otro, está el olvido por completo de las víctimas de la catástrofe del desplome de la Línea 12 del metro, dice ella que se está trabajando para restablecerla, pero no habla de culpables, mucho menos de castigos. Silencio total.
Y bueno, el informe que presentó a lo oscurito, frente a sus fieles seguidores, más que un informe, fue puro circo. Distracción y datos de dudosa procedencia que solo la encaminan a las elecciones del 2024, en la que curiosamente está inmiscuida la actual mandataria.
Además, dice ella: “Estamos por alcanzar cuatro años de servir al pueblo de la ciudad y lo hemos hecho con entrega, compromiso, responsabilidad, honestidad, transparencia, austeridad y cercanía. Gobernamos con austeridad republicana para asegurar que todos los recursos públicos se inviertan en el bienestar de las personas”.
En lo que va de su mandato, el nivel de pobreza se elevó, pasando del 27 al 34 por ciento, y en pobreza extrema, pasó de 1.2 a 4.7 por ciento (Coneval) ¿De dónde saca pues que las cosas van mejorando en la ciudad? No cabe duda que este gobierno va de mal en peor, pero eso es lo último que ellos van a aceptar.
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