MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

“La Jornada de Oriente”: hablemos de ‘presupuestívoros’

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Una señora, al mando de un grupo de ciudadanos, se para frente a la guardia y funcionarios que resguardan el salón en donde el presidente de México hace un evento en Huauchinango. Exigen ver al presidente y piden que los dejen entrar. Nadie les hace caso y les dicen que van a poner vallas para proteger a López Obrador. La señora lo toma como una ofensa y les dice: “yo siempre he estado con Andrés Manuel. Queremos hacer una denuncia contra Bienestar y contra Gustavo Vargas [edil de Huauchinango], queremos que él [el presidente] nos escuche. Desde ayer estuvimos en el Recinto Ferial todos los damnificados y Andrés Manuel llegó al poder por ellos y ellos son los que son los más alejados y ayer llovió y nadie tiene techo”. La señora llora frente a quienes les impiden el paso al tiempo que habla. “¿Cuándo van a verle la cara a ellos [a los damnificados]? ¿Cuándo son los votos? Vean [y los señala]: descalzos, sin comer. ¿Eso es para ustedes el gobierno de la 4T?”. Lo narrado aquí es parte de un video subido a Twitter por el reportero Pedro Villa y Caña. 

La mañana del domingo 3 de octubre, un grupo de ciudadanos de varios municipios de la Sierra Norte de Puebla protestó y logró entrar -arrasando con los seis filtros de seguridad- al salón del Recinto Ferial de Huauchinango, en donde el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el gobernador del estado y algunos secretarios del Gobierno federal, evaluaban los avances del Plan de apoyos para los afectados por el huracán “Grace” en Puebla. Los ciudadanos tenían una denuncia: ni el Gobierno poblano ni la Secretaría de Bienestar federal les habían dado apoyos por la pérdida de sus casas o siembras. Y su exigencia era la misma: que los tomaran en cuenta, porque perdieron todo.

El presidente de México, molesto por la ola humana que entró a boicotearle el evento y que hace unos años lo recibía con aplausos y porras, se levantó de su asiento y comenzó a vociferar: “¿nos van a dejar hablar?, ¿me van a escuchar?, ¿van a guardar silencio?, ¿van a guardar silencio?, ¿me van a respetar?”. Ante los gritos presidenciales, la gente se calló. Dos o tres ciudadanos buscaban hablar directamente con López Obrador, pero este los rechazó con ademanes negativos y su guardia los quitó del lugar. El presidente les prometió vacunas y becas, que no está mal… pero ¿y la reconstrucción de las casas destruidas en parte o por completo? ¿Y los apoyos para, por lo menos, volver a poner los techos con láminas de metal? ¿Y la ayuda para quienes se quedaron sin siembras y perdieron el trabajo de varios meses? ¿Y la reconstrucción de los caminos desechos? El gobierno les recetó aspirinas para combatir al cáncer de la pobreza que los está matando. El presidente salió del lugar y dejó a los ciudadanos con un discurso lleno de promesas.

Para sacar la rabia, Andrés Manuel dijo que los manifestantes eran antorchistas, lo que constituye ya una primera mentira, y sentenció: “Hay inconformidad porque organizaciones sociales, Antorcha Campesina, estaba acostumbrada a que se le entregara el apoyo de manera directa y ellos eran los que repartían o entregaban y no era justo, siempre se quedaban los líderes con los apoyos, ahora no será así, aunque haya gritos y sombrerazos, ahora será casa por casa y de manera directa” (eluniversal.com.mx). Aquí hay varias mentiras acumuladas. El presidente jamás ha demostrado esta acusación, pese a que lleva ya tres años de repetirla, porque no tiene pruebas. El presidente desconoce que, en todos los gobiernos, el dinero no se entrega a organizaciones, por lo menos no a Antorcha, sino que se hace “gente por gente” bajo listas revisadas bajo la lupa de los funcionarios. Pero la mentira en el presidente no es novedad. Hace unas semanas, la consultora política SPIN Taller de Comunicación Política denunció que, de acuerdo con su análisis realizado a las 684 “conferencias mañaneras”, el presidente había dicho un total de 61,000 declaraciones falsas o engañosas, es decir, que “ha sido impreciso 89 veces en promedio en cada una de ellas”. México tiene al presidente más mentiroso del mundo.

Pero eso no es todo. La firma Arias Consultores publicó hace unos días la encuesta que hizo a los mexicanos sobre los resultados del presidente en el mes de agosto de 2021. Cuando preguntan: ¿Crees que el presidente Andrés Manuel López Obrador dice la verdad o miente? El 55.3% de los mexicanos dice que miente. ¡Uf! Pero en Puebla ese porcentaje se eleva de manera importante: el 78.8% de los poblanos dice que AMLO miente y sólo nos gana Hidalgo en donde el 84.8% sostiene lo mismo. El mismo estudio sostiene que en Puebla el 69.8% de los ciudadanos desaprueba el desempeño de AMLO. ¿Ahora se entiende por qué la gente, algunos de ellos declarados morenistas, no llegó a Huauchinango a aplaudirle sino a reclamarle sus malos resultados? ¿Ahora se entiende la protesta de los damnificados por “Grace” ante la nula ayuda? Los inteligentes lo entenderán.

Pero hay cerebros en la prensa que no razonan y que, por el pago acordado, hacen eco de las mentiras de López Obrador. Así, el lunes 4 de octubre, la Editorial de La Jornada de Oriente se lanzó con graves acusaciones contra nosotros y en defensa del “señor presidente”. Transcribo la parte que me interesa: “Antorcha Campesina es un ejemplo de cómo capitalizar los recursos públicos, de los cuales se benefició por años y de una estrategia clientelar que le permitió consolidar su avance territorial en la entidad y en el país, al mismo tiempo que construir una estrategia económica diversa muy redituable para las familias líderes de la organización”. ¿Y las pruebas, señores de La Jornada de Oriente? ¿Cómo demuestran que nos beneficiamos por recibir recursos públicos? Antes de eso, ¿cómo demuestran que recibimos recursos públicos? Y después: ¿Cómo demuestran que con esos recursos construimos negocios que benefician a los líderes? ¡Nada! Se trata de afirmaciones sin sustento y carentes de investigación.

Sigue la Editorial: “Vivir al amparo del poder político y del presupuesto, ante las muy sentidas demandas y necesidades de diferentes de diversos grupos de población, les permitió tener presencia y consolidarse en varias regiones y actividades en la entidad. Una política federal como la actual, que busca eliminar la intermediación y el beneficio que se obtenía de ello por las organizaciones como Antorcha Campesina, implica replantear las relaciones entre el gobierno y la sociedad”. Más mentiras del redactor de la columna. Con una sarta de falsedades, La Jornada de Oriente nos acusa de estropearle el evento a AMLO en Huauchinango y le festeja a éste las nuevas “relaciones de gobierno y sociedad”. Pero los hechos los desmienten. Primero porque Antorcha no protestó en Huauchinango. Segundo porque la protesta fue de damnificados enojados debido al nulo apoyo del gobierno local y federal ante sus “sentidas demandas y necesidades”. Tercero porque, a tres años de gobierno, la ciudadanía poblana califica, lo ha probado la casa encuestadora Arias Consultores, al gobernador Miguel Barbosa como el peor gobernador de México y porque Puebla es el segundo estado en el que más ciudadanos reprueban al presidente López Obrador. 

La Jornada de Oriente, así como varios medios que hicieron eco de las mentiras de AMLO contra nosotros, solo están pagando con la tinta de la mentira los convenios que han recibido del gobierno. El pago que les dio el Gobierno estatal, en 2019, fue de 1 millón 991 mil 379 pesos. Y era el cuarto medio mejor pagado del estado. ¿A cuánto ascenderá ahora, dos años después? Ahí se ve que Fermín Alejandro, Martín Hernández, et al., sí han “vivido al amparo del poder político y del presupuesto” y han sabido “capitalizar los recursos públicos, de los cuales se beneficiaron por años”. ¿O no?

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