La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), denuncian que la canasta básica va en aumento desde la segunda mitad de septiembre a la fecha. “Los consumidores enfrentamos una escalada inflacionaria extendida prácticamente a todos los productos de primera necesidad. El Banco de México confirmó una inflación de 6 por ciento, la más alta en los últimos 17 meses’', explica la Alianza.
Es de sobra conocido que nuestro país se encuentra entre el top 3 de las naciones de América Latina y el Caribe con mayor desigualdad salarial. En 2019, de acuerdo con un Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el 10% de los más ricos del país captaron el 59% de los ingresos y sólo el 1% captó el 29%, asimismo, el informe revela que 50 empresas que operan en México concentran el 40% de PIB, lo que les permite imponer decisiones al estado para ejercer monopolios y cobrar tarifas excesivas, como Telmex por ejemplo, que perjudica principalmente a los más pobres, reduciendo igualmente la población de clase media.
Esto es resultado de las pésimas políticas que ejerce el gobierno, entre ellas, la eliminación del Ramo 23 que otorgaba recursos para la construcción e introducción de obras y servicios, de manera que ahora no hay dinero asignado para que en las comunidades más pobres se creen y/o se mejoren escuelas, hospitales, centros deportivos, etcétera. En México, de cada 100 personas, 75 que nacen pobres no logran rebasar la línea de pobreza a lo largo de su vida, y otro tanto porcentaje solo experimenta cambios mínimos que aun así los sitúan en riesgo porque siguen sin tener acceso a los servicios básicos.
Según el Banco de México, van siete meses consecutivos con la inflación fuera de rango: el gas LP incrementó 20.63%, el elote 35.89%, la cebolla 27.05%, el melón 18.44%, chile serrano 14.42%, jitomate 13.06%, chile serrano 14.42%, limón 9.26%, piña 7.33%, y la papaya 5.84 y de acuerdo con el Coneval, en lo que va de la administración de López Obrador, el precio de la canasta básica sé incrementó en 11.06%. De diciembre de 2018 abril de 2021, la canasta alimentaria urbana pasó de mil 344.23 pesos a mil 586.96, y en el medio rural pasó de mil 586.96% a mil 759.59 pesos, a pesar a que contiene menos alimentos como maíz, leche, huevo, frutas y verduras.
Es momento que el gobierno de la 4T que ahora administra la riqueza del país se preocupe seriamente por instrumentar programas urgentes y efectivos para revertir esta pésima condición alimentaria de la población, no sólo regalando tarjetas o repartiendo dinero de manera directa a través de sus Servidores de la Nación, que sirven más para comprar conciencias que para resolver de fondo el problema de la pobreza y de la injusta distribución de la riqueza.
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